Huevo j'adoro con salsa de chocolate

Primero vamos a elaborar las esferas de chocolate blanco, pare ello fundimos el chocolate blanco al baño maría.

Una vez fundido el chocolate blanco lo echamos en los moldes de silicona con forma de media esfera.

Repartimos bien el chocolate por el molde para que nos quede una fina capa de chocolate blanco por toda la media esfera del molde retirando el exceso de chocolate.

Ponemos el molde boca abajo en una bandeja y lo dejamos enfriar para que el chocolate solidifique.

Una vez tenemos el molde en el frigorífico empezamos a elaborar nuestra crema pastelera para ello ponemos la leche con la vainilla a hervir. Cuando hierva, retiramos y dejamos templar.Aparte, ponemos el azúcar con la harina, bañamos con un poco de leche templada, mezclamos bien y añadimos las yemas y el huevo.Agregamos a esta mezcla el resto de la leche y lo calentamos hasta que espese (unos 10 minutos) sin parar de remover.Lo dejamos enfriar en un recipiente y lo cubrimos con film tocando la superficie de la crema para que esta no forme costra.

Una vez que nuestras medias esferas de chocolate estén solidificadas procedemos a desmoldarlas con cuidado.

Con un pincel pintamos nuestras medias esferas con el polvo de oro.

A continuación, vamos a elaborar nuestra salsa de chocolate, para ello calentamos la nata con el azúcar moreno. Una vez caliente le añadimos el chocolate negro hasta que nos quede una salsa de chocolate homogénea.

Una vez tenemos todos los elementos del plato listos procederemos a su emplatado. Primero ponemos un punto de crema pastelera en el plato.

Después añadimos una cucharada de fresa liofilizada rodeando el punto de crema pastelera.

Colocamos media esfera ya pintada con el polvo de oro encima del punto de crema pastelera que habíamos puesto al principio.

Ponemos unas tres nueces en trozos medianos dentro de la media esfera.

A continuación, colocamos una bola de helado de vainilla encima de las nueces.

Cerramos la esfera colocando otra media esfera encima de la otra quedándonos así una esfera perfecta.

Y por último servimos nuestro huevo de oro con la salsa de chocolate negro caliente, para que, al verterla por encima de nuestro huevo este se derrita con el calor.