Tarta de crema de chocolate con cobertura crujiente
INGREDIENTES PRINCIPALES
- 4 huevos (separar claras y yemas)
- 200 g crema de cacao, avellanas y azúcar
- 50 g aceite de girasol
- 150 g azucar
- 250 g leche
- 250 g harina con levadura
- 1 pizca sal
- 150 g chocolate para fundir, para cobertura exterior
- 100 g nata líquida de cocinar
- 1 lámina de plástico semirígido
- Bolitas de chocolate blanco y negro
Preparación de la receta
Separar las 4 yemas de las 4 claras.
Vamos a montar las claras primero, con ayuda de un robot de cocina, añadiendo una pizca de sal y otra de cremor tártaro (opcional). Montar a punto de nieve suave.
Agregar dos cucharadas de azúcar y de nuevo batir las claras hasta integrarlas.
Retirar a una fuente grande, ya tenemos el merengue preparado.
Precalentar el horno a 180ºC.
Poner en una fuente las yemas, el aceite, el resto del azúcar, la crema de cacao, la leche y batir durante 30 segundos.
Seguir añadiendo la harina con levadura y de nuevo mezclar bien con unas varillas o robot.
A continuación, lo vamos a ir mezclando con las claras suavemente, siempre con los movimientos envolventes y con una espátula de silicona si es posible.
Preparar un molde redondo, de unos 18 cm de diámetro y desmontable para mayor seguridad.
En el fondo y paredes del molde, colocar papel de horno, untandolo con mantequilla y dejando que sobresalga un poco el papel por arriba.
Lo metemos al horno, durante 45 minutos. Con ese tiempo queda al punto, pero siempre hay que comprobarlo pinchándolo con un palillo en el centro.
Lo sacamos, dejamos reposar unos 10 minutos y desmoldamos sobre una rejilla boca abajo para que enfríe totalmente.
Una vez frío, vamos a preparar la decoración.
Para hacer la cobertura lateral, utilizaremos una hoja de plástico duro, que cortaremos una banda del ancho exacto que queramos que quede en la tarta y midiendo el diámetro de la misma.
Fundimos unos 50 g de chocolate y lo aplicamos a la banda con ayuda de una espátula, para cubrir bien todo, pero que nos quede una capa finita.
En este caso, el chocolate tiene un aspecto rústico, no se busca el brillo. Para ello, basta con colocar la banda, con el plástico hacia dentro, alrededor de la tarta, para darle la forma circular. Lo sujetaremos con la mano durante un par de minutos, puesto que enfriará enseguida. De este modo nos aseguramos que no se mueva nada.
Una vez frío, se retira con mucho cuidado la banda de plástico hacia dentro, y se queda la forma de chocolate junto a la tarta ya colocada. Es fácil retirarla, no se pega, sólo hay que tener cuidado de no hacer movimientos bruscos para que no se rompa.
Si queréis hacerlo bien brillante, la operación es similar, pero hay que colocar un papel de horno rodeando la tarta y encima del papel de horno colocar la banda plástica con el chocolate, pero con el plástico hacia fuera, de manera que el chocolate quedará entre el papel de horno y el plástico y al retirar ambos suavemente se verá perfectamente liso.
Preparamos ahora la cobertura de chocolate, mezclando 100 gr de chocolate que hemos fundido al microondas y 100 ml de nata para cocinar. Lo removemos muy bien.
Extendemos por la superficie y los bordes en los que quede hueco, pero no demasiado.
Si nos queda alguna marca en los bordes de chocolate lo podemos cubrir también con esto.
Por último decorar con las bolitas de chocolate y ya tenemos la tarta lista.
Foto del plato terminado:
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