Nidos al huevo con medallones de solomillo

INGREDIENTES PRINCIPALES
- 100gr de pasta por persona
- 1 solomillo de cerdo, 500gr aprox
- 400gr de champiñones
- 1 cebolla
- 1 cucharada sopera de harina
- 1 vaso de caldo de ave
- 100ml de nata líquida
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación de la receta
Para preparar la receta de Nidos al huevo con medallones de solomillo:
La pasta al huevo se cuece en pocos minutos, así que lo mejor será empezar adelantando la salsa de champiñones.
Pelamos y cortamos una cebolla en taquitos, la sofreímos en la sartén o cazuela con aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos una cucharada sopera de harina. Bajamos el fuego para que no se pegue y removemos.
Poco a poco vamos echando el caldo de ave y removiendo. Si no tenéis caldo de ave (que es lo más habitual) podemos utilizar 1 cubito Maggi disuelto en 1 vaso de agua caliente. Si es Avecrem o similar hay que poner sólo 1/4 de pastilla por vaso de agua.
A continuación ponemos los champiñones, lavados y cortados en láminas o troceados a gusto del cocinero.
Para terminar la salsa sólo nos queda añadir pimienta negra molida, un poco de sal y un chorrito de nata.
Esta salsa puede utilizarse para acompañamiento de carnes, y se le puede dar más espesor simplemente dejándola más tiempo al fuego para que espese.
Para la pasta yo la prefiero más líquida y por eso después de añadir la nata, enseguida la retiro del fuego. También se puede añadir más caldo, eso ya a gusto de cada uno.
Ponemos abundante agua a hervir, con un puñado de sal y cuando rompa el hervor, echamos los nidos al huevo.
Cortamos el solomillo en rodajas de 1cm aproximadamente.
En una sartén o plancha bien caliente ponemos los medallones de solomillo y les vamos dando la vuelta hasta que queden doraditos por fuera, pero tiernos por dentro. Los salpimentamos.
Escurrimos la pasta y emplatamos colocando la pasta en la base, la cubrimos con un par de cucharones de salsa y por último los medallones de solomillo, para que se luzcan bien.
Si tienes poco tiempo, puedes dejar la salsa hecha la noche anterior y a la hora de comer sólo hay que cocer la pasta mientras se hace el solomillo a la plancha.

Pelamos y cortamos una cebolla en taquitos, la sofreímos en la sartén o cazuela con aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos una cucharada sopera de harina. Bajamos el fuego para que no se pegue y removemos.
Poco a poco vamos echando el caldo de ave y removiendo. Si no tenéis caldo de ave (que es lo más habitual) podemos utilizar 1 cubito Maggi disuelto en 1 vaso de agua caliente. Si es Avecrem o similar hay que poner sólo 1/4 de pastilla por vaso de agua.
A continuación ponemos los champiñones, lavados y cortados en láminas o troceados a gusto del cocinero.
Para terminar la salsa sólo nos queda añadir pimienta negra molida, un poco de sal y un chorrito de nata.
Esta salsa puede utilizarse para acompañamiento de carnes, y se le puede dar más espesor simplemente dejándola más tiempo al fuego para que espese.
Para la pasta yo la prefiero más líquida y por eso después de añadir la nata, enseguida la retiro del fuego. También se puede añadir más caldo, eso ya a gusto de cada uno.
Ponemos abundante agua a hervir, con un puñado de sal y cuando rompa el hervor, echamos los nidos al huevo.
Cortamos el solomillo en rodajas de 1cm aproximadamente.
En una sartén o plancha bien caliente ponemos los medallones de solomillo y les vamos dando la vuelta hasta que queden doraditos por fuera, pero tiernos por dentro. Los salpimentamos.
Escurrimos la pasta y emplatamos colocando la pasta en la base, la cubrimos con un par de cucharones de salsa y por último los medallones de solomillo, para que se luzcan bien.
Si tienes poco tiempo, puedes dejar la salsa hecha la noche anterior y a la hora de comer sólo hay que cocer la pasta mientras se hace el solomillo a la plancha.
Foto del plato terminado:

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