Galletas navideñas con hechas con sellos

Tamizamos juntos los dos tipos de harina y la sal. Hacemos lo mismo con el azúcar glass y reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar glass durante dos minutos a velocidad media o hasta que la mantequilla haya adquirido una consistencia esponjosa y haya blanqueado ligeramente.
Bajamos la velocidad al mínimo y añadimos entonces el extracto de vainilla y el huevo que habremos batido un poco previamente. Esperamos a que se integre completamente para añadir el agua de azahar.

Empezaremos a echar la harina a cucharadas, sin prisa pero sin pausa. Cuando hayamos acabado observaremos que la masa está un poco desmigada, sin estar lo suficientemente ligada como para formar una bola. Añadimos entonces las cucharadas de leche, de una en una y observando si es necesario añadir otra más, pues depende mucho de los ingredientes que utilicemos para que tenga más o menos humedad la masa.

Ahora comenzaremos a dar forma a las galletas con los sellos y para ello formaremos bolas de tamaño aproximado a una pelota de ping pong o un poco más si las quieres más gorditas. Sobre una bandeja de hornear forrada de papel, presionamos con el sello la bolita hasta que la masa salga por los lados. Con mucho cuidado despegamos la masa del sello. Es probable que alguna se te rompa pero no pasa nada, vuelves a hacer la bolita y le vuelves a dar forma. Esto como todo, es cuestión de práctica.
Introducimos las galletas en la nevera durante aproximadamente media hora para evitar que pierdan la forma durante el horneado.

Precalentamos el horno a 180ºC.
Sacamos las galletas de la nevera y con ayuda de un cuchillo o con un cortapastas circular, recortamos los bordes sobrantes.
Introducimos las galletas en el horno durante 12 o 15 minutos, dependiendo de tu horno. Verás que están listas cuando empiecen a dorarse un poco por los lados.

Sacamos y dejamos enfriar cinco minutos sobre la bandeja. Pasados los cinco minutos dejaremos que se enfríen completamente sobre una rejilla.