Croquetas de pollo

INGREDIENTES PRINCIPALES
- croquetas de pollo
- ingredientes para las croquestas caseras de pollo
- sobras de pollo (en mi caso, contramuslo, pata y pechuga de pollo a l’ast, con piel)
- harina
- aceite
- leche, templada
- sal
- 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada
- aceite de oliva virgen extra (aove)
- huevo
- una barra de pan duro, para rebozar (o pan rallado comprado)
Preparación de la receta
Para preparar la receta de Croquetas de pollo:
Preparación de las Croquetas caseras de pollo:
Con las sobras del pollo, ya sea rustido, a l’ast, en salsa… Desmenuzar a trozos muy pequeños. En el caso que la piel esté crujiente, cortar a trozos muy pequeños con la ayuda de unas tijeras. Cuando esté todo el pollo cortado pequeño, reservar.
Poner una sartén al fuego para hacer la salsa bechamel. Para la cantidad indicada en esta receta -aproximadamente 1 pechuga, 1 pata y 1 contramuslo de pollo a trozos pequeños- poner 3-4 cucharadas soperas de aceite de oliva en la sartén y calentar. Añadir 2 cucharadas bien colmadas de harina y tostar durante unos minutos, hasta que adquiera un tono dorado y se haya hidratado bien con el aceite.
Añadir poco a poco un poco de leche templada (también se puede calentar un poco antes) y remover enérgicamente con una cuchara de palo para que se formen pocos grumos. No parar de remover hasta que se ligue con la harina y quede una salsa ligera. Ir vertiendo más leche poco a poco, a medida que vaya espesando, pero sin pasarse para evitar que quede demasiado líquida y no sea posible formar las croquetas. Es mejor añadir la leche a medida que se vea que espesa y dejar cocer durante 10 minutos aproximadamente.
En cuanto tenga una textura homogénea parecida a las natillas, retirar del fuego y dejar templar (al enfriarse aún espesará un poco más). Añadir la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Cuando pierda temperatura, verter el pollo troceado sobre la bechamel y remover hasta obtener una pasta. Tapar con papel film y refrigerar un mínimo de 1 hora.
De mientras, rallar el pan duro y disponer en un bol. Batir ligeramente el huevo y ponerlo en un bol ancho. Sacar la masa del frigorífico y, con la ayuda de una cuchara sopera, ir cogiendo porciones de pasta y formando las croquetas. El tamaño es opcional, pero en casa acostumbran a ser bastante grandes.
Pasarlas por el huevo batido, el pan rallado y disponer en una bandeja mientras se van formando el resto.
En cuanto se termine con toda la masa, volver a pasar las croquetas por el pan rallado y acabar de darles una forma redonda y bonita.
Poner abundante aceite en una sartén a fuego alto. Cuando el aceite esté muy caliente, freír 3 ó 4 croquetas por cada vez, para evitar que el aceite se enfríe al colocarlas y no se frían bien. Dejar dorar durante 1 ó 2 minutos por cada lado y retirar sobre papel absorvente.
NOTAS:
Si no sois amantes de los fritos, también he visto durante muchos años lo que en casa llamábamos ‘Conchas de pollo’. Cuando se tiene la masa de pollo y bechamel, se reparte en platos pequeños aptos para horno (con forma de concha) y se espolvorea con queso rallado y un poco de mantequilla. Se hornea durante unos minutos en la opción de grill para gratinarlo y se sirve al momento.
Podéis rallar un poco de cebolla y añadirla a la harina antes de hacer la bechamel, le aportará más jugosidad a las croquetas.

Con las sobras del pollo, ya sea rustido, a l’ast, en salsa… Desmenuzar a trozos muy pequeños. En el caso que la piel esté crujiente, cortar a trozos muy pequeños con la ayuda de unas tijeras. Cuando esté todo el pollo cortado pequeño, reservar.
Poner una sartén al fuego para hacer la salsa bechamel. Para la cantidad indicada en esta receta -aproximadamente 1 pechuga, 1 pata y 1 contramuslo de pollo a trozos pequeños- poner 3-4 cucharadas soperas de aceite de oliva en la sartén y calentar. Añadir 2 cucharadas bien colmadas de harina y tostar durante unos minutos, hasta que adquiera un tono dorado y se haya hidratado bien con el aceite.
Añadir poco a poco un poco de leche templada (también se puede calentar un poco antes) y remover enérgicamente con una cuchara de palo para que se formen pocos grumos. No parar de remover hasta que se ligue con la harina y quede una salsa ligera. Ir vertiendo más leche poco a poco, a medida que vaya espesando, pero sin pasarse para evitar que quede demasiado líquida y no sea posible formar las croquetas. Es mejor añadir la leche a medida que se vea que espesa y dejar cocer durante 10 minutos aproximadamente.
En cuanto tenga una textura homogénea parecida a las natillas, retirar del fuego y dejar templar (al enfriarse aún espesará un poco más). Añadir la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Cuando pierda temperatura, verter el pollo troceado sobre la bechamel y remover hasta obtener una pasta. Tapar con papel film y refrigerar un mínimo de 1 hora.
De mientras, rallar el pan duro y disponer en un bol. Batir ligeramente el huevo y ponerlo en un bol ancho. Sacar la masa del frigorífico y, con la ayuda de una cuchara sopera, ir cogiendo porciones de pasta y formando las croquetas. El tamaño es opcional, pero en casa acostumbran a ser bastante grandes.
Pasarlas por el huevo batido, el pan rallado y disponer en una bandeja mientras se van formando el resto.
En cuanto se termine con toda la masa, volver a pasar las croquetas por el pan rallado y acabar de darles una forma redonda y bonita.
Poner abundante aceite en una sartén a fuego alto. Cuando el aceite esté muy caliente, freír 3 ó 4 croquetas por cada vez, para evitar que el aceite se enfríe al colocarlas y no se frían bien. Dejar dorar durante 1 ó 2 minutos por cada lado y retirar sobre papel absorvente.
NOTAS:
Si no sois amantes de los fritos, también he visto durante muchos años lo que en casa llamábamos ‘Conchas de pollo’. Cuando se tiene la masa de pollo y bechamel, se reparte en platos pequeños aptos para horno (con forma de concha) y se espolvorea con queso rallado y un poco de mantequilla. Se hornea durante unos minutos en la opción de grill para gratinarlo y se sirve al momento.
Podéis rallar un poco de cebolla y añadirla a la harina antes de hacer la bechamel, le aportará más jugosidad a las croquetas.
Foto del plato terminado:

¡Encuentra todo lo que necesitas para preparar esta receta en nuestra Tienda de Canal Cocina!