Costillona

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 3 costillas de ternera
  • 90ml de agua
  • 100g de Ketchup
  • 60g de miel
  • 20ml de salsa Perkins (Worcestershire)
  • 1 cucharadita de tomillo
  • 20ml de crema de vinagre balsámico (con trufa, opcional)
  • 1 cucharadita de pasta de pimentón picante (o sencillamente pimentón picante)
  • 30ml de aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • 3 patatas medianas (partidas en cuatro gajos)
  • 100ml de leche
  • 50g de kikos triturados
  • 50gr de miga de pan triturada

Preparación de la receta


Lo primero encender el horno a 170º.


Salo las costillas que previamente he pasado por una buena ducha de agua limpia.


Mezclo en un bol el resto de los ingredientes y con el resultado embadurno bien las costillas y las coloco en una fuente.


Ya están listas para su rato de calor.

No necesitan muchos más cuidados que un par de vueltas mientras alcanzan su punto perfecto de asado. Bueno, el que yo creo perfecto: cuando la carne se separa, sin dificultad, de su parte ósea.


Mientras, y para acompañarlas, he preparado unas patatas fritas, previamente cocidas con su piel. Antes de freírlas, las he pasado por una mezcla de miga de pan y kilos rallados a la vez. Primero, las mojo en leche y después al rebozado. Las dejo así preparadas para freírlas un poco antes de servirlas.


Y ya está, costillas, patatas fritas, un poco de salsa y mi Pedro Picapiedra a disfrutar de lo lindo.


Foto del plato terminado:

Trucos

Sabores, olores, colores, hasta tactos diría yo que tengo de mi infancia.
Una infancia en la que empezaron a guardarse mis primeros recuerdos de los fogones de casa. No me canso de repetir que, sin duda alguna, fue Mami la culpable de mi vicio cocineril a temprana edad. Mis comiditas para las muñecas generaban sonrisas en las caras de mis padres. Era tanto su divertimento, que mi primera tortilla francesa fue como un sobresaliente geométrico ¿por qué? Sencillamente porque me quedó “perfecta”. Igual de irregular por un lado como por el otro, aunque por lo menos se podían diferenciar los dos lados.

Estas costillas, de ternera, forman parte de mis sabores infantiles, desde luego con algún cambio en su preparación. Ni de lejos me imagino a Mami añadiendo Ketchup a un asado ni a nada de nada, en fin, es lo que hay, nuevos sabores…

La elaboración sencilla, el resultado (para mi gusto) espléndido.

Se podrían dejar toda la noche con la “salsa” a modo adobo, pero en mi opinión, la carne, perdería en parte su sabor natural.

Espero que os gusten.
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