Tarta napolitana con chocolate y nata

Para empezar se monta la nata con un poco de azúcar al gusto.

Para preparar el chocolate se funde en un poco de agua y después se le va añadiendo leche hasta conseguir un chocolate con una densidad intermedia, no debe de estar muy líquido ni tampoco muy seco (tener en cuenta que cuando se enfríe un poco engordará su textura).

Por último, poner leche a calentar (en el fuego o microondas) en un recipiente. Esta leche servirá para remojar las galletas, de manera que la sacaremos a un plato o fuente baja, y tendremos que ir calentando e incorporando leche nueva según se enfré y las galletas la consuman.

Una vez que tenemos preparados todos los ingredientes, montamos la tarta de manera rápida y sencilla: consiste en ir cubriendo el fondo del molde (conviene que este sea rectangular debido a la forma de las galletas) con una capa de galletas que han sido previamente pasadas por la leche. No conviene que las galletas se mojen demasiado, simplemente se sumergen para que no se rompan. La capa de galletas se cubre con el chocolate, y se alternan, otra capa de galletas, una de nata, galletas, chocolate, galletas, nata, galletas, y por último se mezcla el chocolate y la nata que nos han sobrado y se cubre toda la tarta.

Se introduce en el congelador durante un par de horas, y después se guarda en la nevera.

Os recomiendo preparar la tarta la víspera, ya que todos los ingredientes quedan más integrados. Mucha gente piensa al probarla que lleva algún tipo de licor, pero es por el efecto que produce la canela de las galletas.

Lo que sí os advierto esque es bastante densa, llena muchísimo, así que da para bastantes comensales.