Galletas de cacahuete

INGREDIENTES PRINCIPALES
- 125 gr. mantequilla sin sal derretida
- 105 gr. azúcar moreno
- 125 gr. azúcar normal
- 320 gr. crema de cacahuete
- 1 huevo grande
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 220 gr. harina de repostería
- ½ cucharadita de levadura en polvo
- ½ cucharadita de bicarbonato
- ½ cucharadita de sal
- 1 puñadito de cachuetes fritos pelados
Preparación de la receta
Empezamos derritiendo la mantequilla en el microondas (yo utilizo la opción descongelar y le doy un par de minutos, así me aseguro que se derrite sin quemarse). Cuando ya la tenemos lista la ponemos en un bol junto con la crema de cacahuete, el azúcar moreno y azúcar normal, el huevo y el extracto de vainilla y mezclamos bien todos los ingredientes.
Cuando tengamos una crema fina, añadimos un buen puñado de cacahuetes triturados (yo le di al puñado de cacahuetes un par de golpes de turbo en la thermomix -o picadora si no tenéis thermo- porque me gusta la textura crunch en las galletas, pero podéis dejar los trocitos más pequeños o directamente no incorporarlos si no os gustan las galletas con trozos -aunque os lo recomiendo con trocitos porque quedan riquíiisimos).
Mientras el horno se precalienta a 180º, dejamos que las galletas reposen en el frigorífico para que al hornear no pierdan su forma. 10 minutos después, horneamos hasta que estén ligeramente doradas, aproximadamente durante 15 minutos.
Añadimos el picado de cacahuetes a la mezcla y movemos un poco para integrarlos. A continuación tamizamos la harina y la levadura, el bicarbonato y la media cucharadita de sal (que potenciará muchísimo los sabores de esta galleta) y amasamos hasta que quede una masa homogénea con la que podamos trabajar para el moldeado.
Vamos cogiendo bolas de masa (yo las iba pesando para que todas me quedaran iguales y me alcanzara el molde handmade -48 gr cada una-) y la vamos disponiendo sobre la bandeja de horno. Una vez tenemos todas las bolitas, las vamos aplastamos con la base de un vaso hasta que queden de un grosor aproximado de 1 cm. Después, sólo tendríamos que presionar las galletas con el molde hasta que tengamos una impresión bien marcada y la galleta tenga un grosor aproximado de 0,5 cm.
Si no tenéis el molde sellador, podéis hacerlas con la forma del cortador que mas os guste o bien moldear con las manos unas galletitas redondas como hice yo con la ultima porción de masa, al que añadí un cacahuete para adornar.
Precalentamos el horno a 180º, y mientras toma temperatura dejamos que las galletas reposen en el frigorífico para que al hornear no pierdan su forma. 10 minutos después, horneamos hasta que estén ligeramente doradas, aproximadamente durante 15 minutos.
Foto del plato terminado:

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