Flores de salmón sobre ensalada de algas

Quitamos la piel del salmón con un cuchillo bien afilado. Lo cortamos en cuatro trozos, que confitaremos sumergiéndolos en un cazo con aceite de oliva virgen templado (a unos 60 º). En cuanto cambie de color por todos los lados, lo sacamos a un plato con papel absorbente. Tiene que quedar poco hecho por dentro. Otra opción sería hacer el salmón en el horno a 170 º, con un chorrito de aceite de oliva, durante 5 a 7 minutos, dependiendo del grosor del lomo. Mientras tanto rehidratamos las algas en agua fría durante unos 10 minutos. Para la salsa: En un cuenco, mezclamos la salsa de soja, el vinagre de arroz, el aceite de sésamo, el zumo de limón y el azúcar. Que quede bien ligado todo. Emplatamos colocando primero la lechuga de roble (o el tipo de lechuga que se prefiera) en el plato o fuente donde se vaya a servir, encima un puñadito de algas, salseamos ligeramente y añadimos los trozos de salmón que habremos cortado por la mitad, dando aspecto de rosa y los salamos ligeramente. Salseamos de nuevo. Podemos añadir unas semillas de sésamo tostado. Nota: Para esta receta utilicé una mezcla de algas secas que se pueden encontrar en tiendas de alimentación orientales, (wakame, agar-agar, kombu, shakura-mo, etc) también pueden utilizarse algas secas gallegas para ensalada que venden en copos. Con esta receta podemos beneficiarnos de los ácidos grasos omega-3 del salmón, y las propiedades mineralizantes de las algas.

Foto del plato terminado: