Alubias gratinadas con morcilla de piñones

Ponemos las alubias en remojo la víspera.

Trituramos los dientes de ajo y los sofreímos en la olla a presión con un poco de aceite.

Cuando empiecen a coger color añadimos las zanahorias peladas, lavadas y troceadas y la cebolla entera con los clavos clavados. Rehogamos durante un par de minutos.

Añadimos el tomate triturado, el azúcar y un poco de sal y dejamos que se cocine a fuego medio durante otro par de minutos.

Incorporamos las alubias, el laurel, los granos de pimienta y el ramillete de hierbas aromáticas y las cubrimos con agua, hasta unos tres dedos por encima. Cerramos la olla y dejamos que se hagan durante 22 minutos, una vez ha subido la pesa.

Mientras tanto, cortamos la morcilla en rodajas de 1,5 cm de grosor y la cocinamos a la plancha, dándole la vuelta de vez en cuando hasta que quede crujiente.

Una vez ha bajado la presión de la olla, podemos abrirla. Probamos las alubias y corregimos el punto de sal si es necesario. Sacamos la zanahoria y la cebolla, a esta última le quitamos los clavos y las trituramos. Incorporamos el puré a la cazuela.

Repartimos las alubias en un par de fuentes de barro individuales (u otras fuentes refractarias), con cuidado de no echar demasiado caldo. Repartimos igualmente la morcilla y espolvoreamos con el queso.

Metemos las fuentes en el horno con el grill encendido hasta que el queso se haya gratinado y ¡listas para comer!