3 leches cupcakes

Precalentamos el horno a 180º con la rejilla en medio. Preparamos 2 bandejas de cupcakes con 18 cápsulas de papel.

Primero vamos a separar las 4 claras y las batimos a punto de nieve. Reservamos.

Tamizamos la harina con la sal y la levadura. Reservamos

Batimos el azúcar con las yemas a velociad media hasta que esté bien integrada la mezcla. Añadimos la vainilla.

A velocidad baja, añadimos la harina en 4 tiempos alternando cada uno con la leche. Vamos raspando las paredes del bol para no dejarnos ingredientes fuera. Batimos solamente hasta que esté bien integrada la mezcla, cuidando de no sobrebatirla.

Con una espátula, incorporamos las claras montadas que habíamos reservado a la mezcla. Lo hacemos de forma suave, con movimientos envolventes.

Repartimos la mezcla en las cápsulas sin llenarlas más de 2/3.
Horneamos durante 20 minutos o hasta que un palillo salga limpio (varía dependiendo de cada horno). Comprobar con el palillo pasados los 20 minutos, no debemos abrir el horno antes.

Mientras se hornean los cupcakes, preparamos el baño. Mezclamos las 3 leches con una varilla de metal y añadimos la canela (La mezcla es fría). Batir a mano hasta que estén integradas.

El siguiente paso se puede realizar bien, en la misma bandeja de los cupcakes, o trasladándolos a moldes individuales de aluminio de flan (de los que venden en cualquier supermercado).

Perforamos los cupcakes recien salidos del horno con un palillo de brocheta o con un tenedor. Hacemos agujeros en toda la superficie.

Con una brocha de cocina bañamos cada uno con la mezcla de leche. Empezamos con el primero y "pintamos" su superficie con la mezcla, seguimos con el segundo y sucesivamente. Al terminar la primera vuelta, el primer cupcake ya habrá absorbido parte del baño. Empezamos de nuevo y repetimos hasta terminar con toda la mezcla de leche.

Para que estos cupcakes estén en su punto, lo ideal es preparar el bizcocho con el baño el día anterior y dejar en la nevera durante la noche para que absorban bien. De esta manera quedarán muy jugosos. Si no tenemos tiempo, hay que dejar que absorban el baño durante una hora al menos en la nevera.

Al día siguiente, preparamos el merengue para decorar. Hacemos un almíbar con el agua y azúcar, lo ponemos en un cazo al fuego y llevamos a punto de "bolita" removiendo de vez en cuando. Es decir, cuando el almíbar adquiera un color ámbar y su consistencia sea más espesa que líquida. Podemos hacer la prueba del vaso, (echar una gota de almíbar en un vaso de agua, y si se forma una bolita quiere decir que está listo).

Mientras se prepara el almíbar, batimos las 2 claras a velocidad media punto de nieve. Cuando el almíbar está listo, batimos a velocidad alta y lo añadimos a las claras en "hilo" (es decir, un chorrito muy fino pero constante) sin dejar de batir durante unos minutos. (El almíbar se añade caliente, no debemos dejar que enfríe).
Deberíamos obtener una mezcla cremosa y satinada.

Decoramos los cupcakes a nuestro gusto. Con una espátula o con manga pastelera. Espolvoreamos canela por encima y ¡A disfrutar!