Tarta graffiti (graffiti cake)

Precalentar el horno a 180º.
En un cuenco mediano batir ligeramente las yemas, 60ml de leche y la pasta o el extracto de vainilla.

En un cuenco grande revolver los ingredientes sólidos y batir a velocidad baja durante 30 segundos. Añadir la mantequilla y la leche restante. Batir despacio hasta que los sólidos estén empapados. Augmentar la velocidad media durante 2 minutos, para airear y desarrollar la estructura del bizcocho. Añadir la mezcla de los huevos en tres veces (no añadir más mezcla hasta que se absorba bien).

La masa ya esta preparada, la repartimos en dos moldes de 20cm de diámetro previamente engrasados y enharinados o rociados con spray desmoldante y alisamos la masa con una espátula.
Cocer durante 25-35 min o hasta que un palillo clavado cerca del centro salga limpio.

Preparamos el almíbar:

Mientras que se están horneando los bizcochos podemos preparar el almíbar. Ponemos en un cazo a hervir durante 10 minutos: el agua, el azúcar, la corteza de limón y la rama de canela. Paramos el fuego y esperamos que se enfríe.

Dejar enfriar los bizcochos 5 min en su molde y después los pinchamos con un palillo y los pintamos con el almíbar que ya hemos preparado. Desmoldamos cuando el molde esté tibio al tacto y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Preparamos el buttercream:

Poner las claras y el azúcar al baño maría hasta que se disuelva el azúcar.
Batir las claras a punto de nieve. Comprobar que las claras no estén muy calientes e ir añadiendo los trozos de mantequilla poco a poco, batiendo a velocidad medio-baja. Añadir la vainilla en pasta. Y batir un minuto a velocidad alta para que quede bien ligada y esté esponjosa.

Colocamos un bizcocho sobre una base para tarta, pegándolo a la base con un poco de buttercream. Cubrimos con una generosa capa de buttercream, encima colocamos el siguiente bizcocho. Con la ayuda de una espátula, aplicamos una fina capa de crema en la parte superior y en los laterales de la tarta y guardamos en la nevera durante unos 30 minutos. Pasados estos cubrimos la tarta con una nueva capa de crema, esta vez más gruesa. Reservamos.

Preparamos el graffiti de caramelo:

En un cazo ponemos a calentar a fuego suave el azúcar con el agua y el jarabe de glucosa hasta que se funda todo. Entonces, subimos el fuego y dejamos hervir durante unos 13 minutos.
Antes de retirarlo del fuego, se comprueba que el caramelo está preparado de la siguiente forma: llenamos una taza con agua bien fría y dejamos dentro una cucharilla, la cuál meteremos dentro del caramelo, está listo en el momento que al sacar la cucharilla del cazo dónde estamos hirviendo el caramelo, éste se quede duro.
Es el momento de incorporar el extracto de vainilla y el colorante en este caso rojo pero puede ser de cualquier color que nos guste.
Vertemos la mezcla en una jarra resistente al calor y cuando deje de hacer burbujas, sobre una base de silicona o papel de horno, vamos haciendo círculos con el caramelo. Hemos de tener en cuenta el grosor i el largo de nuestra tarta, ya que con este graffiti forraremos todo el lateral del pastel una vez que se haya enfriado del todo. Si nos sobra, lo podemos cortar con unas tijeras.