Rainbow cake o pastel arco iris

Para hacer el bizcocho, batimos 350g de azúcar con 250 g de mantequilla. Añadimos 8 claras de huevo de una en una, batiendo bien después de cada adición. Cernimos la harina con la levadura y las vamos agregando poco a poco, alternándolas con la leche. Repartimos la masa en seis boles diferentes (aproximadamente saldrán unos 280-300 gramos por bol) y añadimos a cada uno un poco de colorante de diferente color. Vamos horneando el contenido de cada bol por separado en moldes de 20 cm de diámetro, unos doce o quince minutos, a horno precalentado a 180ºC, hasta que pinchando con un palillo éste salga limpio.

Para hacer la cobertura, ponemos el resto de claras y de azúcar en un cazo al baño María a fuego medio hasta llegar a 60ºC, batiendo con unas varillas (aproximadamente unos 5 o 7 minutos). Vertemos la mezcla en un bol grande y batir las claras a punto de nieve (unos 10 minutos), cuando estén frías (muy importante) añadiendo el resto de mantequilla poco a poco, batiendo bien después de cada incorporación y agregar también el extracto de vainilla. Si no vamos a usar inmediatamente la cobertura podemos meterla en la nevera, pero como endurecerá después tendremos que batir de nuevo hasta conseguir la textura necesaria.

Para montar el pastel, colocamos los bizcochos en el orden de colores que queramos untando cada capa con un poco de cobertura, que repartiremos también por los laterales y la parte superior del pastel, ayudándonos de una espátula larga para que quede bien lisa. Seguir los consejos de Alma Obregón para conseguir que la buttercream quede nivelada, una vez montadas las capas de bizcocho, recortar un cartón de una medida un poquito más ancho que el pastel, poner un poquito de recubrimiento en la parte de arriba del pastel y sobre el cartón y con la ayuda de una espátula grande poner la buttercream lisa por los laterales. Luego retirar el cartón y terminar de recubrir la parte de encima.