Macarons monstruosos de chicle

• Tamizar la harina de almendras y el azúcar glasé. Es importante tamizar y después pesar los ingredientes.
• Mezclar bien y añadir 112gr de clara de huevo. Batir hasta formar una pasta. Para teñir los macarons, añadimos un colorante en pasta. En este caso yo utilicé uno color turquesa.

• Preparamos un merengue italiano: Agregar en un cazo 300gr de azúcar y 80gr de agua, revolver y poner al fuego. (Mientras tanto montamos las claras restantes) Cuando el termómetro del merengue alcance 118ºC retiramos del fuego. Dejamos reposar 3 minutos para que espese.
• Añadimos el almíbar poco a poco a las claras previamente montadas. Seguimos batiendo hasta que temple.

• Agregamos la mitad del merengue a la pasta de almendra y mezclamos.
• El resto del merengue lo incorporaremos con movimientos envolventes. No podemos excedernos en el mezclado ya que podemos estropear la mezcla, ni remover poco ya que quedarán muy duros. Conseguir la textura idónea requerirá de práctica ya que es la parte más complicada de elaborar los macarons. Ánimo y paciencia, merecerá la pena.

• Rellenar una manga con la mezcla y escudillar los macarons en un tapete para macarons. También podemos utilizar papel de horno realizando círculos de unos 4 cm de diámetro aproximadamente.
• Golpeamos con fuerza las bandejas para sacar el aire.
• Dejamos reposar al menos media hora hasta que al tocarlos con los dedos no se peguen.
• Horneamos los macarons a 140ºC durante aproximadamente 15 minutos.

Para el relleno, hacemos una buttercream con sabor a chicle y la teñimos del mismo color que los macarons.
En una batidora mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar extra fino hasta conseguir la textura deseada. Añadimos dos gotas de extracto concentrado de chicle y colorante turquesa en pasta. Rellenamos una manga con una boquilla y ya estamos listos para rellenarlos.

Para decorar nuestros macarons utilizaremos un pincel con pegamento comestible y pincelaremos una de las conchas, espolvoreamos sprinkles de color azul. Colocamos una mini cookie en medio de las dos conchas y cerramos el macaron. Para terminar, colocamos unos ojitos de caramelo con un poco de pegamento y ya estarán listos e irresistibles. ¡No podrás comer solo uno!