Cupcakes "selva negra"

Empezamos haciendo nuestras "magdalenas" y para ello:
Ponemos nuestro horno a pre-calentar a 180º con calor arriba ya bajo.

Colocamos nuestras cápsulas en el molde del horno.

Tamizamos la harina, la levadura y el cacao en un bol. Reservamos.

Mezclamos la leche con la vainilla en otro bol y reservamos.

Batimos el aceite con el azúcar hasta que se integren.

Echamos los huevos, uno a uno, batiendo entre huevo y huevo para que se mezclen bien.

Vertemos la mitad de la harina con la levadura y el cacao y mezclamos.

Ahora añadimos la leche con la vainilla y volvemos a mezclar.

Por último, echamos lo que nos queda de harina, cacao y levadura. Mezclamos muy bien hasta que tengamos una mezcla cremosa y homogénea.

Llenamos nuestras cápsulas con nuestra masa (yo utilizo una cuchara de helados para llenarlos; 1 cucharada = 1 cupcake).

Horneamos durante 20 minutos, o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.

Una vez horneados, los sacamos del horno y dejamos que se templen en el molde durante 10 minutos.

Pasados esos 10 minutos, los colocaremos sobre una rejilla para que enfríen por completo.

Para nuestro almíbar haremos lo siguiente:
Ponemos un cazo al fuego y vertemos en él el azúcar y el agua.

Calentamos y removemos de vez en cuando.

Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y echamos las cucharaditas de aroma de cereza y mezclamos.

Dejamos que se enfríe para poder utilizarlo.

Ahora viene el toque final... nuestro "frosting":
Antes de batir la nata, deberemos de haber tenido el bol y las varillas que vayamos a utilizar en el congelador durante 10 minutos.
La nata deberá estar también muy fría. Yo, por ejemplo, la tengo en la nevera desde que la compro hasta que la voy a usar, y cuando voy a usarla, la meto 5 minutos en el congelador.

Vertemos la nata en un bol y, con las varillas, empezamos a montarla a velocidad baja/media. No os desesperéis, al final sube.

Cuando veamos que está empezando a subir, vamos echando el azúcar poco a poco sin dejar de batir. El azúcar es a gusto de cada uno, ir echándole azúcar hasta que la encontréis a vuestro gusto.

Tendremos nuestra nata lista cuando veamos que se forman picos duros.

Ya lo tenemos todo listo, así que ahora lo único que nos queda es almibarar y decorar. ¿Como? Así:
Coger nuestros cupcakes y pincelarlos con el almíbar de cereza que habíamos hecho.

Con una manga pastelera y la boquilla que más nos guste (yo usé la 1M que siempre la tengo a mano), ponéis nata por encima.

Y ahora únicamente nos quedaría colocar una cereza (yo usé unas que había hecho con fondant y cerezas escarchadas).