Cuchara blanca de pata negra
INGREDIENTES PRINCIPALES
- 4 lonchas de jamón ibérico
- 4 rodajitas de pan
- - 2 cucharas de queso (este de cebreiro)
- 1 cucharada de miel
- 2 ciruelas pasas
- 1 cuchara de pasas de corinto
- 1 cucharita de aceite de oliva virgen extra
- ½ tomate sin pepitas picado y aliñado con sal y aceite
Preparación de la receta
Para preparar la receta de Cuchara blanca de pata negra:
Después de mucho pensar que podía hacer con unas lonchitas de jamón ibérico sin cambiar su sabor, y por supuesto sin perder su textura, me he decidido por un sencillo aperitivo.
A pesar de su precio, con una pequeña cantidad se puede conseguir que parezca un auténtico plato de lujo.
Admito que mi forma preferida para tomarlo es la más sencilla, recién cortado, con unos picos de Jerez de los que se hace amigo sin ningún esfuerzo. Para que no se sienta solo una copita de Fino o una copa de un buen cava me parece perfecto. Lo siento, soy poco original.
Este aperitivo de hoy ha surgido gracias a un maravilloso queso do Cebreiro que he traído de Galicia -mi muy querida tierra- que con unas lonchitas de ibérico de Salamanca han cumplido perfectamente sobre la mesa.
Lo primero es quitar el hueso a las ciruelas que junto con las pasas pico muy menuditas.
En un cuenco pongo el queso, añado los frutos picados y la miel. Mezclo los tres ingredientes. Por último añado la cucharita de aceite y termino de hacer la “pasta”.
Pelo y pico el tomate al que le he quitado todas sus pepitas. Lo aliño con sal y aceite y lo reservo.
Las rodajitas de pan las corto a la mitad, también las reservo.
Las lonchas de jamón, para no variar, a la mitad también.
Las medias rodajas de pan las voy mojando un poco en el aceite que acompaña al tomate y las voy poniendo sobre unas cucharitas, y hasta aquí llega el orden, porque ahora viene lo que para mí fue más divertido, ir jugando a colocar al principal protagonista, Don Jamón, en sus distintos papeles. Jugando un poco a mi antojo en su colocación, unas veces enrollado, otras veces en tiritas, un rollito vertical, o unos trocitos que envuelven el queso –que sabe a beso- y a su lado, unos pedacitos, pocos, de tomate.
No necesita más color, pero un poquito de tomillo alegra el conjunto.
Nada más, espero que os guste.
A pesar de su precio, con una pequeña cantidad se puede conseguir que parezca un auténtico plato de lujo.
Admito que mi forma preferida para tomarlo es la más sencilla, recién cortado, con unos picos de Jerez de los que se hace amigo sin ningún esfuerzo. Para que no se sienta solo una copita de Fino o una copa de un buen cava me parece perfecto. Lo siento, soy poco original.
Este aperitivo de hoy ha surgido gracias a un maravilloso queso do Cebreiro que he traído de Galicia -mi muy querida tierra- que con unas lonchitas de ibérico de Salamanca han cumplido perfectamente sobre la mesa.
Lo primero es quitar el hueso a las ciruelas que junto con las pasas pico muy menuditas.
En un cuenco pongo el queso, añado los frutos picados y la miel. Mezclo los tres ingredientes. Por último añado la cucharita de aceite y termino de hacer la “pasta”.
Pelo y pico el tomate al que le he quitado todas sus pepitas. Lo aliño con sal y aceite y lo reservo.
Las rodajitas de pan las corto a la mitad, también las reservo.
Las lonchas de jamón, para no variar, a la mitad también.
Las medias rodajas de pan las voy mojando un poco en el aceite que acompaña al tomate y las voy poniendo sobre unas cucharitas, y hasta aquí llega el orden, porque ahora viene lo que para mí fue más divertido, ir jugando a colocar al principal protagonista, Don Jamón, en sus distintos papeles. Jugando un poco a mi antojo en su colocación, unas veces enrollado, otras veces en tiritas, un rollito vertical, o unos trocitos que envuelven el queso –que sabe a beso- y a su lado, unos pedacitos, pocos, de tomate.
No necesita más color, pero un poquito de tomillo alegra el conjunto.
Nada más, espero que os guste.
Foto del plato terminado:
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