Croquetas de gallina
INGREDIENTES PRINCIPALES
- Media Pechuga de gallina de corral
- 1 Cebolla pequeña
- 1 Zanahoria
- 1 Hoja de laurel
- 1 Huevo cocido
- 1 cda Aceite de oliva
- 35 gr Mantequilla sin sal
- 50 gr Harina de trigo normal
- 200 ml Leche
- 250 ml Caldo de ave
- Sal común
- Pimienta blanca molida
- 1 Huevo batido para rebozar
- Pan rallado para empanar
Preparación de la receta
Lavamos la media pechuga de gallina y la ponemos a cocer en agua que la cubra con la cebolla, la zanahoria, la hoja de laurel y unos granos de pimienta negra. Sazonamos con sal. Llevamos a ebullición, y la cocemos entre quince y veinte minutos, dependiendo del tamaño de la media pechuga. Retiramos del caldo, que reservaremos, y la dejamos enfriar.
En un cazo pequeño ponemos el huevo, lo cubrimos con agua y lo llevamos a ebullición. Cuando el agua comience a hervir, apagamos el fuego y cubrimos el cazo con su tapadera. Dejamos que se cueza el huevo en el calor residual durante veinte minutos. Refrescamos el huevo echando agua del grifo directamente. Le damos unos golpecitos en los extremos, lo hacemos rodar para romper la cáscara y lo pelamos dentro del agua. Una vez frío, picamos el huevo muy finamente y lo reservamos.
Picamos la pechuga en trozos muy pequeñitos con unas tijeras y la reservamos.
En una sartén ponemos la cucharada de aceite y la mantequilla a derretir. Incorporamos la pechuga de gallina y el jamón, y calentamos.
Añadimos la harina, removemos para que se dore un poquito, y vertemos el caldo y la leche, y por último, el huevo cocido picadito. Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada al gusto, removemos y dejamos espesar la farsa hasta que la masa se vaya despegando de las paredes de la sartén. Retiramos a una fuente y la tapamos inmediatamente con film transparente para que no se forme una capa seca a medida que se vaya enfriando. Una vez fría del todo, la guardamos en la nevera hasta el momento de formar las croquetas.
Para moldear las croquetas, preparamos el huevo batido y un plato con pan rallado abundante. Con una cuchara vamos cogiendo porciones de masa y las moldeamos dándoles la típica forma alargada de croqueta. La pasamos por huevo y a continuación por pan rallado y las reservamos en un plato.
Para freírlas, ponemos a calentar dos dedos de aceite en una sartén honda, y cuando el aceite llegue a unos 175ºC, comenzamos a freírlas en tandas de cuatro o cinco croquetas. Si no tienes termómetro, te puedes ayudar de un palo de brocheta. La temperatura del aceite estará en su punto si al sumergir la brocheta, las burbujas que se forman alrededor son rápidas y grandes. Para que doren uniformemente, es importante darles la vuelta con frecuencia, y así también evitaremos que se abran.
Retiramos a un plato con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Foto del plato terminado:
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