Crema ligera de verduras
INGREDIENTES PRINCIPALES
- 1/2 Cebolleta
- 2 Dientes de ajo
- 1 Puerro
- 2 Chirivías
- 2 Zanahorias
- 2 Nabos
- 1 Brécol
- 1 Tomate
- 2 Hojas de laurel
- 2 litros Agua
- 50-60 gr Grelos
- 2 Hojas de laurel
- 2 Quesitos individuales (0% materia grasa)
- Perejil fresco picado
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Salsa de soja
Preparación de la receta
Para hacer nuestra crema de verduras, lo primero que necesitamos es un buen fondo o caldo de verduras. Podemos comprarlo, pero es mucho mejor hacerlo casero. Para ello, limpiaremos todas las hortalizas y las picaremos.
En una olla, rehogamos la cebolla y el puerro con una cucharada de aceite de oliva, a fuego medio-fuerte. Cuando empiecen a pocharse, añadimos las demás verduras, a excepción del tomate y los grelos. Transcurridos 10 minutos, añadimos el tomate, sal, y bajamos el fuego. Lo dejamos 5 minutos.
Echamos el agua fría en la olla, subimos de nuevo el fuego y dejamos que hierva durante unos 12 minutos. Es muy importante que espumemos nuestro caldo, es decir, que retiremos la espuma que se forma en la superficie del mismo, ya que contiene impurezas. Añadimos el perejil, el laurel, los grelos, y cocinamos a fuego medio durante media hora.
Transcurrido este tiempo, rectificamos de sal, añadimos una pizca de pimienta negra, y un chorrito de salsa de soja. Dejamos que se cueza 10 minutos más, y cuando esté listo, apagamos el fuego.
Ahora colaremos el caldo, y reservaremos la verdura. El caldo no lo vamos a usar todo, tan sólo 1/3 del que hemos hecho (más o menos medio litro, pues con este receta se obtiene aproximadamente un litro y medio). El restante lo podéis congelar, o refrigerar si pensáis usarlo en los próximos días.
Echamos la verdura en un recipiente amplio, y añadimos medio litro de caldo de verduras y los dos quesitos. Trituramos todo hasta obtener una textura cremosa.
Podemos decorarla añadiendo croutons de pan o, como yo he hecho, unos germinados, en este caso de cebolla.
Foto del plato terminado:
Trucos
Para su óptima conservación, os recomiendo que la congeléis en raciones individuales, así la tendréis disponible siempre que queráis.Es una receta muy ligera en comparación a otras cremas, ya que el porcentaje de materia grasa es mínimo (siempre dependerá del queso que añadáis), y su sabor es muy suave. Además, la variedad de verduras que contiene le aporta muchísimos nutrientes a nuestro cuerpo, por lo que es perfecta para cuidar la línea, por su bajo índice calórico.
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