Bizcocho de sandía

Precalentar el horno

Pelar, trocear y triturar la sandía. Colar o tamizar el resultado para eliminar la pulpa y las posibles pepitas. Yo utilicé un colador, pero si tenéis chino también podéis usarlo. Reservar el zumo de sandía.

Separar las claras y las yemas de los huevos.

En un bol levantar las claras a punto de nieve.

Añadir al bol el azúcar, el aceite y las yemas de huevo y remover. Recomiendo utilizar una lengua y remover con movimiento envolventes para que el bizcocho quede más esponjoso.

Añadir 100 ml. o medio vaso del zumo de sandía a la mezcla anterior.

Mezclar la levadura con la harina, tamizarlas y añadir sin dejar de remover. Para tamizarlas basta con pasarlas por un colador, e ir dándole unos golpecitos con la mano, así evitamos que se produzcan grumos en la mezcla.

Untar el molde con mantequilla, aceite o, si os gusta más, forrarlo con papel de horno. Yo utilizo mantequilla porque mi molde es de silicona, pero si no es antiadherente ni desmontable, el papel de horno es la mejor opción.

Meter al horno a 180ºC si tenéis ventilador o 200ºC si no lo tenéis, durante unos 30' o hasta que metáis un palillo y salga limpio (ese truco nunca falla...)

Finalamente, al sacarlo del horno, dejarlo enfriar, sacarlo del molde y decorar con azúcar glass al gusto. ¡¡¡Y a disfrutar!!!!