Berlinas

En un bol (yo usé la K.A) poner los ingredientes secos, harina, azúcar, sal, levadura, canela y ralladura de limón.

Hacer un hueco y meter dentro el huevo ligeramente batido y el agua.

Amasar hasta conseguir una masa homogénea, en mi caso 8 minutos a velocidad 3.

Entonces incorporamos la mantequilla bien fría cortada en dados. Volvemos a amasar hasta que se integre toda la mantequilla en la masa, pasará de estar pegajosa a soltarse sin ningún problema. Cuánto más tiempo amasemos, más tiernas nos quedarán luego las berlinas.

Cuando tengamos lista la masa, engrasamos un bol con aceite y metemos la masa, tapamos con film y llevamos a la nevera a que leve durante 1 hora.

Pasada la primera hora sacamos la masa, y amasamos para quitarle el aire, volvemos a engrasar el bol y llevamos de nuevo a levar a la nevera, esta vez durante 30 minutos.

Tras finalizar el levado hacemos bolas de unos 60 gr cada una, las ponemos en una bandeja sobre papel sulfurizado y metemos en el horno APAGADO durante 90 minutos o hasta que doblen su tamaño. Dejar espacio entre bola y bola porque crecen bastante.

Una vez han crecido lo suficiente, ponemos a calentar el aceite, es importante que el aceite esté caliente pero sin que llegue a humear, ya que se tostarían por fuera y por dentro quedarían crudas. Cortamos el papel alrededor de cada berlina y freímos con el papel, el cuál retiraremos pasados unos segundos. Vamos dándole la vuelta a la berlina hasta que se dore por ambos lados, sacamos a un papel absorbente y rebozamos por azúcar, dejamos enfriar. Posteriormente rellenaremos con una manga o con un biberón cada berlina.

PREPARACIÓN DE LA CREMA INGLESA DE CHOCOLATE

Llevar al fuego la nata y la leche, calentar hasta que rompa a hervir.

Mientras se calienta la leche y la nata, batimos la yema de huevo con el azúcar hasta blanquear.

Una vez ha roto a hervir la leche y la nata vamos añadiendo a la yema en forma de hilo y sin parar de remover, llevamos de nuevo al fuego y removemos constantemente para que no se pegue, en el momento que empiece a espesar, apartar del fuego y añadir el chocolate troceado. Removiendo hasta su completa disolución.

Rellenamos nuestras berlinas, dejamos enfriar y las tenemos listas para ser devoradas, si tal cuál, porque probarás la primera y te sabrá a gloria bendita y querrás otra, y tendrás que frenarte si no quieres tener que arrepentirte al día siguiente. Porque son una verdadera delicia y un puro pecado.