Croquetas de quinoa con sorpresa

En primer lugar lavamos la quínoa con un poco de agua y la escurrimos.

A continuación la cocemos. Para ello, ponemos 2 medidas de agua por cada 1 de quínoa y añadimos un poco de sal.

Cuando las semillas están cocidas, las volcamos a un recipiente y mezclamos con el perejil y los ajos picados. Opcionalmente le podemos añadir también algas. Si la quínoa queda un poco suelta, podemos añadir un poquito de harina para ligar la masa.

Después, con las manos humedecidas vamos haciendo las croquetas. En el medio de cada una, colocamos una aceituna.

Las pasamos por harina y las doramos en la sartén con poco aceite.

Cuando estén listas las pasamos a un plato con papel absorbente para que escurran el aceite sobrante.

Para servirlas, las acompañamos de rabanito o nabo rallado. Este detalle hará que se disuelvan las grasas, por lo que le da un toque muy sano al plato. También las podemos comer con un poco de salsa de soja.

Truco del cocinero: las aceitunas se pueden sustituir por otros ingredientes. Por ejemplo, pimiento rojo, nueces, anchoas, etc.