El Pozo

Lasaña dulce en tres texturas

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 200 g. harina
  • 2 huevos
  • 20 g. cacao en polvo
  • 2 cucharadas aprox aceite de girasol
  • 6 huevos
  • 500 g. queso mascarpone
  • 250 g. azúcar
  • : dulce de leche
  • 150 g. chocolate negro
  • 75 g. mantequilla
  • : agua
  • : almendras tostadas picadas

Preparación de la receta


Con esta receta he pretendido hacer disfrutar a mi familia de dos de sus pasiones: la comida italiana y la repostería. Comenzamos mezclando en un bol la harina y el cacao en polvo previamente tamizados ( Alma, sí: veo todos tus programas y sigo todos tus consejos ). Preparamos un “volcán” en el que añadiremos los dos huevos en el hueco central. Vamos mezclándolo todo bien y añadimos ,de momento una cucharada de aceite de girasol (no queremos que aporte sabor). Según vayamos amasando probablemente necesitemos más; yo añadí otra. Hay que estar un buen rato trabajando bien la masa, pues de que quede uniforme y elástica depende el éxito de nuestra pasta y además será más fácil manipularla en la máquina.


Cuando consideremos que la masa está lista, formamos una bola, la envolvemos en papel film y dejamos reposar por lo menos ½ hora. Con esta cantidad de ingredientes y habiendo trabajado bien la masa, dejándola bien fina, obtendremos bastante cantidad de pasta. Una vez cocida la podemos congelar en forma de “placas” poniéndolas film transparente entre cada una de ellas.


Mientras la masa está reposando, vamos a preparar las dos cremas para rellenar la lasaña: Separamos las claras y las yemas de los seis huevos. Por una parte, montamos bien firmes las claras con 100 g. de azúcar y por otro lado, las yemas con el azúcar restante. Mezclamos bien el queso mascarpone con las yemas y el azúcar, y después con las claras montadas a punto de nieve. Esto último con movimientos suaves y envolventes para que la mezcla no “baje” y se mantenga bien firme.


Cuando se hayan integrado bien todos los ingredientes, dividimos la mezcla en dos boles diferentes. En uno de ellos añadimos 2 o 3 cucharadas de dulce de leche ( al gusto) y mezclamos bien. Ya tenemos las dos cremas para nuestra lasaña. Ahora la vamos a refrigerar para que adquiera “cuerpo” y consistencia. La llamaremos “crema de tiramisú.


Lo siguiente es trabajar la pasta. Vamos separando porciones de la bola que teníamos reservada y con ayuda del rodillo estiramos un poco cada una de ellas. Las vamos pasando por el rodillo de la maquina cuatro o cinco veces por cada nivel, hasta lograr el grosor adecuado. Ha de quedar muy fina, pues al cocerla engrosa un poquito.


La doblamos sobre sí misma varias veces entre cada una de las pasadas, sobre todo si se rompe alguna de las láminas. Es importante que las tiras no sean demasiado largas ( las podemos ir cortando), pues será más difícil manipularlas.


También habrá que ayudar un poco “afinando“ los extremos con las manos si fuese necesario, para que la masa entre bien en los rodillos y no se rompa. La lámina debe colocarse bien centrada antes de comenzar a girar la manivela. Tendremos que ir cambiando los niveles de la máquina y consiguiendo que cada vez la pasta sea más fina.


Ahora: un ratito de paciencia, buena música de fondo y a disfrutar con la máquina.


Cuando consideremos que las láminas están perfectas, las damos la forma necesaria. Yo he elegido unos moldes redondos para cortarlas.


Después, las dejamos reposar sobre una superficie enharinada hasta que se sequen.


Aprovechamos este rato para escaldar unas almendras de la finca de mis suegros que después pelaremos, tostaremos en el horno y picaremos para espolvorear por encima de nuestros platos terminados.


Los “recortes” de nuestra pasta los reservaremos en un recipiente aparte: ¡ no se tira nada!


Después de un rato, la pasta se habrá quedado dura. Entonces las iremos echando de una en una, en una cazuela de agua hirviendo con azúcar glace y un poco de mantequilla. Podemos aromatizarlo con una ramita de canela. En dos o tres minutos se habrán cocido nuestras placas.


Las sacamos con mucho cuidado no se rompan y las dejamos reposar bien estiradas sobre un paño de cocina. En cuanto se hayan templado un poco, podemos empezar a emplatar. La forma redonda se ha deformado un poco durante la cocción, pero para la primera textura a presentar, creo que queda bien. Para las otras dos, volveremos a cortarlas con el molde para perfeccionar su forma. Y los “recortes”: a su recipiente.


Emplatamos la primera textura: lasaña cremosa. Ponemos abajo una placa de lasaña, encima: la “crema de tiramisú” con dulce de leche, otra placa de lasaña, la otra “crema de tiramisú” blanca, la última placa de lasaña y cubrimos todo con nuestro chocolate negro.


Éste, le habremos derretido anteriormente en el microondas junto a la mantequilla y un poquito de agua en intervalos cortos de tiempo y a potencia suave para que podamos vigilar que no se queme.


Ahora nos vamos a adelantar a preparar la tercera textura. Después de haber perfeccionado el corte de las placas de nuevo con el molde, vamos emplatando siguiendo el orden que hemos utilizado para la textura anterior, pero sin quitar éste.


Cuando hayamos colocado la última placa, lo metemos en el congelador una o dos horas. Sólo tiene que alcanzar un punto frío y consistente, sin llegar a congelarse totalmente. A esperar….


Mientras tanto, preparamos la segunda textura: lasaña gelatinosa. Siguiendo las instrucciones del fabricante, preparamos un sobre de gelatina en polvo neutra y lo añadimos a una parte de “crema de tiramisú” blanca y a otra parte de “crema de tiramisú” con dulce de leche. Montamos con el molde metálico de la misma manera que la tercera textura, pero en lugar de meterlo en el congelador, lo refrigeramos. Cuando se haya enfriado lo suficiente para cuajar, lo desmoldamos y cubrimos con el chocolate fundido calentito. Espolvoreamos con almendra molida y…listo para comer.


Cuando lo desmoldé, me dí cuenta que había puesto mucha crema de dulce de leche, lo hice pensando en mi sobrina …¡le encanta!


Ahora vamos a preparar un plato con los “recortes” que tenemos de la pasta. Los “retocaremos” para que parezcan tallarines y mezclamos un poco de cada una de nuestras dos cremas, batimos para que pierdan un poco de consistencia y con ello bañamos nuestros tallarines. Espolvoreamos polvo de almendras……y listo.


Sólo nos queda ya emplatar la tercera textura: lasaña dulce tipo “parfait” bañada con chocolate. Sacamos del congelador, desmoldamos y repetimos procedimiento: chocolate calentito por encima y polvo de almendras.


Ahora lo más difícil: elegir la textura que más nos guste o mejor….un poco de cada una…. Y ¡a compartir con los que más queremos!.


Partiendo de un mismo patrón de elaboración, con los mismos elementos, he pretendido hacer variaciones para que la receta tenga matices diferentes. En la aventura de cocinar, creo que debemos variar, innovar y sobre todo disfrutar. Hacer que una misma receta pueda parecernos diferente cada día.


Foto del plato terminado:

Trucos

Para los amantes del chocolate como yo: confieso que eché mucho más por encima de cada uno de los postres. Para las fotos tuve que reprimirme, pues lo habría tapado todo y no veríais las capas ... je,je


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