Sorpresa de manzana

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 2 manzanas Royal Gala
  • 500 gramos de mousse de foie
  • 2 vainas de vainilla
  • 200 cl. de aceite de girasol
  • 1/4 de litro de agua
  • 125 gramos de aceite
  • 1 pizca de sal Maldon
  • 1 pizca de pimienta

Preparación de la receta


Sacad el mousse de foie de la nevera una hora antes de preparar el plato.


Pelad las manzanas, descorazonadlas y cortadlas en láminas muy finas.


Preparad un almíbar con el agua y el azúcar, removiendo bien hasta conseguir la textura de un almívar medianamente denso. Llevadlo a ebullición y, al primer hervor, agregad las láminas de manzana y escaldadlas 3 minutos. Reitiradlas y dejadlas enfriar fuera del almíbar.


Forrad con papel film 4 flaneras individuales pequeñas de forma que sobresalga un poco de film por los bordes. Distribuid las láminas de manzana por los laterales del molde, superpuestas entre sí, y terminad de forrar la flanera por el fondo.


Rellenad las flaneras con el mousse de foie ayudados con una cucharilla, y presionando ligeramente, de forma que quede bien distribuido y sin huebos, hasta llenar 3/4 de cada flanera.


Cubrid con el resto de láminas de manzanda, cerrad con el film que sobresale por los bordes y presionad ligeramente para que quede bien sellado. Dejadlo enfriar en la nevera por espacio de 2 horas.



Preparad un aceite de vainilla. Abrid las vainas por la mitad y extraed los gránulos. Añadidlos al aceite y calentar a fuego muy bajo (a unos 50 grados) durante 10 minutos, hasta conseguir un aceite perfumado y dejad enfriar hasta que esté a temperatura ambiente.


Desmoldad las flaneras sobre un plato, espolvoread con una pizca de azúcar por encima y quemadlo (como si se tratara de una crema catalana o similar), hasta que esté doradito. Añadid una pizca de sal Maldon y una pizca de pimienta.


Servid en plato individual, acompañado de tostaditas o pan de nueces y un bouquet de mezclum aderezado con aceite de oliva virgen y vinagre de manzana.

Trucos

Se puede preparar con antelación, el día anterior, y dejar sólo pendiente el paso de quemar el azúcar y montar el plato justo antes de servir.

Se puede convertir en una tapa o pequeño si en lugar de hacerlo en flaneras individuales se usan moldes más pequeños, del tamaño de un bocadito. Toma algo más de tiempo, pero resulta ideal para una cena con varios comensales en la que se comparten varios primeros en el centro de la mesa.
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