Salmón con brócoli y gelatina de limón

Prepara la gelatina de limón, remojando las hojas de gelatina en agua fría y calentando el zumo de limón con el azúcar. Cuando empiece a hervir, aparta del fuego y añade la gelatina escurrida, removiendo para que se disuelva.

Cubre el fondo de los platos donde vayas a servir el salmón, metiendo en el frigorífico o en el congelador para que se solidifique.

Corta el lomo de salmón en trozos gruesos, de unos tres centímetros de lado, y macera en la salsa de soja.

Cuece el brócoli hasta que quede tierno pero entero, y refresca en un bol con agua y hielo para que conserve su color.

Prepara la vinagreta, con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, a ser posible picual, una cuchada de vinagre, sal, pimienta y orégano.

Corta el brócoli en "arbolitos" pequeños y mezcla en la vinagreta, procurando que se impregnen bien.

Calienta dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén y marca los dados de salmón por todos los lados, pero sólo unos segundos para que por dentro quede poco hecho.

Monta el plato, poniendo los trozos de salmón, previamente pasados por el sésamo, los trocitos de brócoli aliñados con la vinagreta, los tomatitos cherry cortados por la mitad, y unas hojitas de perejil.

Termina el plato con un hilo de aceite de oliva virgen extra y sirve.