Pizza de queso de cabra, tomates secos y albahaca

1. Añadimos la harina, la levadura y la sal en un bol y las mezclamos.

2. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el aceite de oliva y el agua que tiene que estar tibia. Removemos y cuando la masa empiece a integrarse podemos pasarla a una superficie enharinada.

3. Amasamos hasta que los ingredientes estén totalmente integrados y nuestra masa sea suave y elástica. Si queréis una receta rápida o una masa fina y crujiente podéis pasar al siguiente paso. Si tenéis más tiempo o preferís una masa más gruesa y esponjosa lo ideal es pasarla a un recipiente enharinado, cubrirlo con un paño ligeramente húmedo y dejarla reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño (aproximadamente una hora).

4. La estiramos con el rodillo o con la mano sobre una superficie enharinada y empezamos a añadir los ingredientes de la pizza.

5. Echamos la salsa de tomate, la mozzarella, el queso de cabra y los tomates secos troceados.

6. Horneamos nuestra pizza durante 15 minutos o hasta que se dore. A nosotros nos tardó tan poco tiempo porque la masa era muy fina.

7. Sacamos la pizza del horno, añadimos hojas frescas de albahaca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.