Pastel amor-cilla

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 2 morcillas de cebolla grandes
  • 2 cebollas
  • 1 cucharada de piñones
  • 1 paquete de masa quebrada congelada
  • Aceite de oliva
  • Sal

Preparación de la receta

Para preparar la receta de Pastel amor-cilla:

Sacar del congelador el paquete de masa quebrada para poder trabajarlo después. La masa quebrada (también llamada Brisa) es como un hojaldre que no sube. Si en el supermercado no encontráis una masa con ese nombre coged la que se llame “hojaldre que no sube”.
Precalentar el horno en posición por arriba y por abajo a una temperatura entre 150º y 180º según indique el fabricante de la masa, lo suele indicar en el paquete.
El relleno:
Se pican las cebollas y se pochan en una sartén con aceite de oliva y una pizca de sal. Mientras, sacamos la morcilla de la tripa y la desmenuzamos. Cuando estén pochadas las cebollas, añadimos los piñones para que se tuesten un poco y en seguida añadimos la morcilla. Cuidado con los piñones porque se tuestan muy rápido debido a su alto contenido en grasa. Se trabaja la mezcla con mucho cariño hasta que quede un relleno uniforme. No es necesario sofreírlo mucho, simplemente mezclarlo para que se integren bien los alimentos ya que la morcilla ya está cocinada. Así mismo, tampoco es necesario añadirle más sal porque también viene sazonada.
Montaje:
El paquete de masa suele traer un par de hojas de papel, sino es así, usad vuestro truco para que no se peguen las cosas al horno o comprad un rollito de papel para hornear en el supermercado. Se coloca el papel en la bandeja del horno y se dispone una de las planchas de masa en el centro. Si se desea la masa más fina se puede estirar con un rodillo sobre una encimera ayudándose de un poco de harina. Yo la hago del tamaño que tare la masa, no es muy gruesa y tampoco sube más.
Se escurre el exceso de aceite del relleno y una vez colocada la base de masa, se reparte uniformemente el relleno sobre ella dejando un dedo de espacio en los bordes. A continuación, se coge la otra lámina de masa (suelen venir 2), y se recorta medio dedo de los bordes. Se reservan los recortes. Colocamos la plancha de pasta sobre el relleno procurando que éste quede oculto bajo la masa y vamos doblando hacia arriba los bordes ayudándonos de los dedos para cerrar el pastel. Pellizcad las esquinas para que quede bien cerrado. Si vemos que la masa se ha secado mucho mojaos la punta de los dedos en agua para que se selle mejor.
Se bate el huevo y se pinta toda la superficie incluidos los bordes. Con los recortes formamos una o varias palabras y/o dibujos para decorar el pastel a nuestro gusto. Por último, hay que pinchar la masa por varios sitios para evitar que se infle al cocerse, necesita expulsar el aire que se forma dentro. Aquí el huevo puede ser un problema porque podría obstruir los pequeños agujeritos que suelen hacer los tenedores, así que se pueden hacer agujeros un poquito más grandes con un cuchillo, eso sí, con mucha delicadeza, eh.
Horneado:
Se introduce la bandeja del horno a media altura y se hornea el tiempo indicado por el fabricante de la masa. Suele poner entre 10 y 15 minutos, sin embargo, a mí me gusta darle hasta 20 minutos para que se tueste un poquito y coja buen color y además, porque la base de masa, al no ser muy fina, si se deja poco tiempo no termina de cocerse ya que el relleno tiene algo de humedad. Con 20 minutos queda estupendamente.
Sugerencia.
Para comer en infinitos ambientes, pero en un día de invierno soleado en el campo, en buena compañía y con una botella de vino tinto es ideal. Y de postre unas manzanas que refrescar la boca y limpia los dientes. Y a disfrutar.


Foto del plato terminado:


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