Niscalo al otoño
INGREDIENTES PRINCIPALES
- Niscalos o rovellón
- Butifarra catalana o blanquitos
- Sal, aceite de oliva y guindillas
Preparación de la receta
Para preparar la receta de Niscalo al otoño:
Este plato es solamente de otoño.
Por qué?
Pues porque merece la pena salir al campo allá finales de Octubre, primeros de Noviembre, y cogerlos uno mismo, que es la época del Níscalo. Claro que lo podemos comprar en el mercado, pero esto ya no tiene gracia.
Se encuentran entre las jaras, cerca de los pinos, entre la hierba, casi siempre escondidos, tienes que ir andando por el campo e ir mirando con el rabillo del ojo. Es un ejercicio muy sano y te libera del mal humor, y si te llevas al campo una tortilla de patatas, pan recién hecho, y buen vino, pues para que quieres más.
Aquí en Alicante hay muy poco, casi na...., quizás por Castalla, Ibi, etc... Pero en las Navas del Marqués en Ávila... te hinchas......
Bueno, a lo que vamos, ya tenemos el Níscalo en casa, pues a un barreño con agua para que vaya soltando la tierra y se ablande ésta, y luego, con mucha paciencia y con un cepillo de manos y mucho cuidado le quitamos toda la tierra, y los dejamos lo más limpios que podamos.
El pie lo cortamos, pues no merece la pena cocinarlo, y el sombrerete dependiendo del tamaño ni lo cortamos, y si es muy grande pues dos o tres cortes.
Venga….. ja,ja,ja (como dicen los cocineros de la tele, que majos…), lo de siempre, sartén, aceitito de oliva, rico, rico……. Pero sólo un chorito de naaaaa….. porque vamos a dejar que los níscalos suelten el agua que tienen y se hagan en su propio jugo.
1 o 2 guindillitas, si quieres que pique bien, las cortas por la mitad (espero que no tengas almorranas), un poquito de sal, y darles la vuelta de vez en cuando.
Tenemos preparada en rodajas la butifarra catalana, o los blanquitos de aquí de Alicante o Murcia, y a media cocción añadimos las rodajas, no hay una cantidad fija, a discreción de cada uno según la cantidad de comensales.
Cuando el níscalo veáis que ha perdido el agua y empieza a freírse es el momento de apartarlo, al centro de la mesa y a comer en la misma sartén…. Calentito con el correspondiente vino tinto.
Chupadito… no????? Pues es un plato de temporada exquisito, baratito, y fenomenal para hacer amigos.
Por qué?
Pues porque merece la pena salir al campo allá finales de Octubre, primeros de Noviembre, y cogerlos uno mismo, que es la época del Níscalo. Claro que lo podemos comprar en el mercado, pero esto ya no tiene gracia.
Se encuentran entre las jaras, cerca de los pinos, entre la hierba, casi siempre escondidos, tienes que ir andando por el campo e ir mirando con el rabillo del ojo. Es un ejercicio muy sano y te libera del mal humor, y si te llevas al campo una tortilla de patatas, pan recién hecho, y buen vino, pues para que quieres más.
Aquí en Alicante hay muy poco, casi na...., quizás por Castalla, Ibi, etc... Pero en las Navas del Marqués en Ávila... te hinchas......
Bueno, a lo que vamos, ya tenemos el Níscalo en casa, pues a un barreño con agua para que vaya soltando la tierra y se ablande ésta, y luego, con mucha paciencia y con un cepillo de manos y mucho cuidado le quitamos toda la tierra, y los dejamos lo más limpios que podamos.
El pie lo cortamos, pues no merece la pena cocinarlo, y el sombrerete dependiendo del tamaño ni lo cortamos, y si es muy grande pues dos o tres cortes.
Venga….. ja,ja,ja (como dicen los cocineros de la tele, que majos…), lo de siempre, sartén, aceitito de oliva, rico, rico……. Pero sólo un chorito de naaaaa….. porque vamos a dejar que los níscalos suelten el agua que tienen y se hagan en su propio jugo.
1 o 2 guindillitas, si quieres que pique bien, las cortas por la mitad (espero que no tengas almorranas), un poquito de sal, y darles la vuelta de vez en cuando.
Tenemos preparada en rodajas la butifarra catalana, o los blanquitos de aquí de Alicante o Murcia, y a media cocción añadimos las rodajas, no hay una cantidad fija, a discreción de cada uno según la cantidad de comensales.
Cuando el níscalo veáis que ha perdido el agua y empieza a freírse es el momento de apartarlo, al centro de la mesa y a comer en la misma sartén…. Calentito con el correspondiente vino tinto.
Chupadito… no????? Pues es un plato de temporada exquisito, baratito, y fenomenal para hacer amigos.
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