Mini red-velvet con mascarpone y cerezas
INGREDIENTES PRINCIPALES
- 125 g harina repostería
- 20 g cacao en polvo
- 90 g mantequilla a temperatura ambiente
- 70 g azúcar blanco
- 80 g azúcar moreno
- 5 g sal
- 1 huevo L
- 120 ml buttermilk o suero de leche
- 5 g bicarbonato
- 10 ml vinagre blanco
- 1 cucharadita colorante rojo (poppy red de sugarflair)
- 200 g mascarpone
- 200 ml nata de montar 35.1% MG
- 200 g cerezas
Preparación de la receta
Se precalienta el horno a 180 ºC. Se engrasa el molde y se cubre con papel de horno para que sea fácil de desmoldar
Se empieza cremando la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que obtengáis una crema homogénea, a velocidad máxima. Si usáis azúcar moreno, recordad que no va a blanquear del todo la mantequilla. Después se añade el huevo y la vainilla y se sigue mezclando
En otro bowl se tamiza la harina y se añade el cacao en polvo, también tamizado, así como una pizca de sal.
En una jarra medidora, se echan 120 ml de leche y el zumo de medio limón y se deja reposar unos 5 minutos. Yo, una vez tengo el buttermilk hecho, suelo añadirle el colorante y disolverlo bien, porque me parece que así se incorpora mejor a la masa.
Se van añadiendo a la mantequilla de forma alternante, la harina y el buttermilk, de manera que se empieza y se termina por la harina. Batís a velocidad media hasta obtener una masa homogénea y ¡muy roja!. Entonces en un cuenco pequeño, se hace el último paso, que consiste en mezclar en bicarbonato con el vinagre. Al juntarlos, burbujean y deben incorporarse inmediatamente a la masa del bizcocho. Se mezcla con movimientos envolventes con una espátula.
Se vierte en un molde grande o en 4 de 11 cm de diámetro. Se hornea unos 25 minutos. Se desmolda y se deja enfriar completamente. Yo no tengo moldecitos pequeños de 11 cm ni cortadores de ese diámetro, así que busqué un cuenco que se ajustaba bastante y, con un cuchillo, hice las 4 capas de mi mini-tarta.
Se envuelven en papel film y se meten a la nevera a enfriar un par de horas para que estén firmes a la hora de montar la tarta.
Para la crema: se batela nata con 2 cucharadas soperas de azúcar. Se nota cómo va cambiando de consistencia y cómo cambia el ruido que hacen las varillas
Cuando esté casi terminándose de montar, se añade el mascarpone y se sigue batiendo a velocidad máxima.
Para el montaje de la tarta: Se deshuesan las cerezasy se parten por la mitad. Se reserva un puñadito enteras para decorar
Se coloca la primera capa de bizcocho y encima, con una espátula, la crema de mascarpone. Encima se van poniendo las medias cerezas hasta cubrir toda la superficie de la tarta.
Se hace lo mismo con el resto de capas hasta llegar a la capa superior, que se cubre también con la crema de nata y mascarpone pero NO con las medias cerezas.
Para decorar la parte superior, se pone un montoncito de cerezas sin deshuesar, mejor con rabito, que quedan más bonitas.
Foto del plato terminado:
Trucos
Usé flores en mi decoración. Eran de mi jardín y sé que no llevan pesticidas, pero aún así hay que lavarlas y envolver los "rabitos" en papel de aluminio para que no estropeen la crema de mascarpone.Si se quiere obtener más consistencia en la crema, se pueden calentar 50 ml de la nata y disolver 2 hojas de gelatina neutra dentro. Después se deja enfriar un poco, removiendo para que no gelatinice y se monta con el resto de la nata siguiento las instrucciones de la receta.
Yo no tengo moldes de todos los tamaños, así que en muchas ocasiones hago planchas de bizcochos y luego las recorto.
Si no es época de cerezas, las frambuesas también le van bien a esta receta.
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