Magia de huevo y calabacín con queso de cabra y semillas de girasol

Lo que os propongo sale de una receta familiar evolucionada con algunos ingredientes típicos de las recetas españolas. Tengo un vínculo muy fuerte con esta receta porque es la combinación de mi pasado en Italia y de mi presente en España.

Preparación de la receta:

Cortar los calabacines en cubitos de 1cm y picar la cebolla en trozos pequeños.

Poner en un cazo el aceite extra virgen de oliva y sofreír la cebolla a fuego lento hasta que quede transparente.

Agregar al sofrito los calabacines en cubitos y sofreír unos pocos minutos. Añadir el agua y salpimentar. Dejar hervir con tapa durante 40 minutos.

Mientras la sopa hierve, cortar el queso fresco y guardarlo en la nevera hasta emplatar.
Una vez que el calabacín esté listo (40 minutos), bajar el fuego a muy lento para conseguir que baje la temperatura de la sopa.

La clave de esta receta está en este paso. Romper el huevo y echarlo directamente en la sopa. Después de unos pocos segundos, apagar el fuego y mezclar rápidamente rompiendo primero la clara y después la yema.
El calor de la sopa terminará de cocinar el huevo y de esta manera no quedará en trocitos, pero dará consistencia y textura a la sopa mezclándose con el calabacín y la cebolla.

Emplatar la sopa y añadir los cubitos de queso fresco de cabra encima. Decorar con semillas de girasol y un hilo de aceite extra virgen de oliva.