Kéik me banana

Entre la gran cantidad de dulces griegos, destaca el Kéik me banana, un pastel a base de plátanos macerados en ron. Es un dulce muy muy típico siendo, como no podía ser de otra forma, con fruta como protagonista.


Comenzaremos pelando los plátanos y cortándolos en rodajas. Los pondremos en un cazo pequeño junto con el agua y el ron. Lo pondremos a fuego medio y dejaremos que mientras se evapora el alcohol los plátanos se vayan reblandeciendo.

Transcurridos unos 10 minutos, las rodajas se habrán deshecho obteniendo un especie de papilla de plátano aromatizada. La retiraremos del cazo para ponerla en un plato amplio para que se enfríe con mayor velocidad. Es importante que se enfríe antes de añadirlo al resto de la elaboración.

Mientras, pondremos en un recipiente amplio los huevos, los dos tipos de azúcar (blanco y moreno), la mantequilla, el azúcar avainillado y una pizca de sal. Batiremos enérgicamente estos ingredientes hasta conseguir una masa homogénea, en ese momento añadiremos el plátano y seguiremos mezclando.

El siguiente paso será añadir la harina junto con la levadura, ambas tamizadas para aportar ligereza a la mezcla.

Una vez hecha la masa final, la pasaremos a un molde de cake engrasado con mantequilla y lo meteremos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 40 minutos aproximadamente (el tiempo dependerá del tipo de horno, en nuestro caso hemos utilizado calor arriba y abajo y cuando lo hemos pinchado el pincho salia seco)

Lo sacaremos de horno y lo dejaremos enfriar unos minutos dentro del molde. Seguidamente lo sacaremos del misno y lo enfriaremos totalmente sobre una rejilla para que se airee por todas las caras.

Ideal para el café o como desayuno energético ya que su textura húmeda y compacta le confiere cierto carácter de pan.