Cocineros españoles por el mundo: Caracas

En el programa Cocineros Españoles por el Mundo: Caracas, emitido en Canal Cocina, viajamos hasta la capital de Venezuela, una ciudad con clima húmedo y olor a petróleo. Surcar sus calles es un auténtico contraste: los venezolanos son auténticos supervivientes.

Nuestra primera visita es al Hotel Tamanaco, todo un símbolo en Caracas donde el decano del lujo lo es también lo es en la cocina. Su restaurante, Le Gourmet, tiene alma española, ya que su chef ejecutivo es Elías Murciano, que ha pasado media vida en nuestro país. El hotel intercontinental Tamanaco es la referencia hostelera en Caracas y su restaurante es el culmen de la elegancia y la calidad.

El menú degustación de "Le Gourmet" tiene platos internacionales con base española, ya que es la identidad que ha formado de manera culinaria a nuestro cocinero. Elías se formó en algunos de los fogones más prestigiosos de España, con chefs de la talla de Martín Berasategui o Pedro Subijana.

Elías nos enseñará mucho de Caracas, pero antes navegamos de nuevo en busca de otras referencias y, no es difícil, ya que en su calle más céntrica son bastantes los restaurantes que se ofertan como cocina española. Elegimos uno, pero no de manera al azar: Bar Basque, un pedacito de Euskadi en Venezuela. Mariví Barturen, su dueña, aprendió su cocina de sus padres, emigrados a Caracas. El chef de Bar Basque es Carlos Navas, que ha bebido de las fuentes de Mariví y Blanca, su madre y su abuela respectivamente.

Ahora, toca regresar con Elías Murciano y acudir a un mercado, a un sitio de lo más popular, donde el caraqueño de calle hace su compra. Descubrimos allí el "tomate de árbol" de Venezuela, una mezcla entre tomate y uva con un sabor ácido muy característico.

La base de la alimentación en Venezuela sale de los cultivos de plantas y cereales. La reina de los guisos venezolanos es la caraota, muy popular, asequible y con muchas variantes.

Elías nos enseña la base de la masa de las arepas, el plato típico de Venezuela, por lo que después nos dirigimos a una arepería, un restaurante popular mezcla de un sitio de comida rápida y tasca, donde todos los venezolanos acuden. Lista la forma de la masa sólo falta tostarla al fuego, dando como resultado una fusión de pan de kebab y mollete de Antequera.

En Caracas, como en otros lugares del país, las areperías son los "piqueos" más buscados, y muchos de ellos están abiertos las 24 horas del día.

Nos movemos para encontrarnos con un gallego especial que nos espera en la puerta de su restaurante, Mesón de Andrés. Andrés Rodríguez lo regenta junto a su hijo, la primera generación de esta familia en Caracas, y otros inmigrantes gallegos, aunque el personal de cocina es local, que sigue las recetas a pies juntillas.

Venezuela tiene un paraíso a solo 45 minutos de Caracas; viajamos en avioneta hacia el norte, en busca de un conjunto de islotes. Coronando el archipiélago, la isla "Gran Roque" es la principal de entre medio centenar de otra más pequeñas, con uno de los aeropuertos más pequeños del mundo. La isla, un pueblecito marinero, está situado en un arrecife de coral que mira hacia el mar Caribe, un lugar ideado para perderse del mundo.

Nos encontramos con Marta Agostí, que regenta la posada Bora La Mar desde hace 15 años. Su despensa de peces la encuentra en frente de su restaurante, en el mar, ya que dos veces al día se la suministran. Aunque el "canalero" se usa como cebo, en Los Roques se fríe como aperitivo.

El atardecer en La Roques no nos defraude, como ninguno de nuestros cocineros ni nuestros entrañables amigos venezolanos. Nos damos cuenta de que, a través del estómago, se consiguen cosas increíbles.