Falso flamenquín de carrillada

En primer lugar, limpiamos el exceso de grasa de la carrillada. En una olla, ponemos aceite a fuego fuerte y marcamos la carrillada. Salpimentamos. Apartamos.

En la olla, ponemos aceite a fuego medio junto con los ajos pelados enteros y la cebolla cortada. Cuando esté pochada y con un tono oscurito, volvemos a incorporar la carrillada, el vino, la hoja de laurel y la pimienta en grano.

Cuando se consuma el vino, cubrimos de agua la carrillada y dejamos a fuego medio durante 2 horas.

Una vez finalizado, sacamos solo la carrillada y la desmigamos. Ayudándonos de papel film transparente, hacemos un rollo del tamaño de un flamenquín compactándolo lo máximo posible. Lo reservamos en el frigorífico para que se enfríe (unas 4 o 5 horas).

Para la salsa, sacamos los granos de pimienta y la hoja de laurel de haber cocido la carrillada. Trituramos y pasamos por el chino para dejar una textura muy fina. Probaremos para rectificar de sal si fuera necesario.

Batimos los huevos y pasamos los rulos (una vez quitado el papel) por el huevo primero y por el polvo de torta de Inés Rosales triturado después. Repetimos la operación, es decir, huevo y tortas.

En una sartén con el aceite muy caliente, freímos los flamenquines durante 1 minuto aproximadamente.

Servimos cortado en ruedas sobre un poco de la salsa.