El Pozo

Drip cake de mandarina especiada y crema de queso (tarta navidad)

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • Para el bizcocho de mandarina, ron y canela
  • 100g mantequilla
  • 125g azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 125g yogur griego
  • Ralladura y zumo de 2 mandarinas (tamaño mediano)
  • 60ml ron
  • 220g harina
  • 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharaditas de canela en polvo
  • Para la crema de queso
  • 150g azúcar glas
  • 125g mantequilla
  • 300g queso philadelphia frío
  • Para el drip de ganache, coco y ron
  • 50g nata líquida para montar
  • 100g chocolate blanco
  • 20ml ron
  • Coco rallado

Preparación de la receta


*Molde redondo de 15cm. Cantidad de 8 a 10 porciones.

PREPARACIÓN del bizcocho de mandarina, ron y canela:

Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo.

Engrasamos un molde de 15cm con spray desmoldante o mantequilla pomada.

Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que se vaya ablandando hasta que tenga una textura pomada, es decir, cuando chafamos ligeramente con el dedo y queda perfectamente la huella hundida.

Preparamos previamente también la ralladura y el zumo de las mandarinas (yo he triturado las mandarinas enteras sin piel y luego he colado la preparación para eliminar los grumos, las pepitas y las pieles).

En un bol, también, juntamos la harina, la levadura, la sal y la canela. Tamizamos y reservamos para uso posterior.

Ahora sí, empezamos a elaborar nuestra masa de bizcocho. En el bol de nuestra batidora juntamos la mantequilla pomada con el azúcar moreno. Mezclamos aumentando la velocidad progresivamente hasta obtener una mezcla cremosa y untuosa. Aproximadamente batimos unos 5 minutos.

Añadimos los huevos, uno a uno, primero a velocidad media y luego a velocidad alta. Batimos también enérgicamente para que emulsione bien con la mantequilla y el azúcar hasta que doble su tamaño y la masa adquiera aire y esponjosidad.


Incorporamos el yogur, a velocidad baja-media hasta que se integre con los demás ingredientes. La masa se volverá más blanquecina.

Añadimos la mitad de la mezcla tamizada de harina, levadura, sal y canela. Lo hacemos a la velocidad mínima de nuestra batidora o bien con una espátula de mano realizando movimientos envolventes. Os recuerdo que sólo se debe mezclar lo justo para que no queden grumos ya que sino la masa nos puede quedar más densa de lo deseado.

Incorporamos el zumo, la ralladura de las mandarinas y el ron. Mezclamos suavemente asegurándonos de que se reparte bien por toda la masa.

Por último, añadimos la otra mitad de harina, levadura, sal y canela. Mezclamos como anteriormente.

Vertemos toda la masa dentro del molde y metemos en el horno durante 55 minutos. Como sabéis, cada horno es un mundo así que acordaos de ir revisando vuestro bizcocho y retirarlo del horno cuando al pincharlo con un palillo o una brocheta de madera, ésta sale limpia y seca.

Dejamos enfriar en una rejilla por completo y cuando esté a temperatura ambiente podemos cortarlo a capas con una lira (así nos aseguramos de que todas las capas tienen el mismo grosor) o, en su defecto, con un cuchillo.

Reservamos las capas hasta montar la tarta. A mi me gusta taparlas con papel film durante este rato.


PREPARACIÓN y MONTAJE de la crema de queso:

Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que adquiera una textura pomada. Cuando esté lista, la ponemos en el bol de nuestra batidora junto al azúcar glas. Primero batimos a velocidad lenta y vamos aumentando progresivamente. Batimos enérgicamente hasta que la mezcla blanquee, se vuelva sedosa y no queden grumos de mantequilla ni de azúcar.

Añadimos el queso philadelphia directamente de la nevera y quitando previamente el suero. Mezclamos suavemente con una espátula de mano, ayudando al queso a incorporarse con la mantequilla y el azúcar. La mezcla se volverá muy cremosa, sin grumos y con un tono totalmente blanco.

*A mi me encanta esta crema con estas cantidades y proporciones ya que la textura que adquiere es consistente y nos permite rellenar y decorar tartas con manga sin necesidad de un enfriado previo. Además su sabor es absolutamente a queso crema, intenso y sedoso a la vez.

Rellenamos las capas de nuestra tarta con la misma cantidad de crema (podéis hacerlo a ojo o bien como yo lo he hecho, utilizando la cuchara de helado para poner tres bolas en cada uno de los dos rellenos y que así queden con la misma cantidad).

Alisamos con una espátula llegando a todos los bordes y tapamos con una tapa de bizcocho.Cuando tengamos todas las capas rellenas y montadas, cubrimos la tarta por fuera. Para ello, vamos poniendo la crema alrededor de la tarta con ayuda de una espátula codada y vamos alisando suavemente.

Cuando toda la tarta esté cubierta de crema (tanto los laterales como la parte superior) pasamos la pala alisadora para que quede perfecta.

*Yo normalmente realizo de 2 a 3 capas de cobertura cuando quiero que no se vea nada del bizcocho y la crema quede uniforme. Para ello, pongo la primera capa que la llamamos "sujeta migas", aliso y pongo en la nevera unos 20 minutos o un poco más. Pongo otra capa encima y procedo de la misma manera. Y así hasta que considero que la tarta está perfecta.

*Esta tarta debe conservarse siempre en la nevera ya que contiene queso, y éste es un producto perecedero.


PREPARACIÓN y MONTAJE del drip de ganache, coco y ron:

En un cazo a fuego lento, calentamos la nata con el chocolate hasta que se deshaga y los dos ingredientes se integren. No debe llegar a hervir o la mezcla se estropeará! Mezclamos con una pala de madera para ir mezclando los dos ingredientes.

Retiramos del fuego y añadimos el ron. Volvemos a mezclar con la pala de madera y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.

Pasado este tiempo, metemos en la nevera unas horas para que adquiera más consistencia y podamos realizar el drip a nuestra tarta.

Cuando tenga la textura deseada (hay gente que prefiere que gotee hasta abajo, otra que prefiere que esté muy denso... va un poco a gustos) cubrimos la superficie de la tarta y con mucho cuidado vamos dejando caer gotas por los laterales de la tarta. Para ello, yo dejo caer un poco de crema con la punta de una cuchara de café, y así hasta completar todo el diámetro de la tarta.

Espolvoreamos coco rallado por toda la superficie de la tarta, evitando que caiga en los laterales.

Metemos en la nevera hasta el consumo de la tarta.


Foto del plato terminado:


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