Cupcakes de galleta y vainilla

PARA EL BIZCOCHO:

- Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo y sin ventilador.
- Batimos la margarina con el azúcar hasta que esté cremosa.
- Añadimos los huevos, de uno en uno, hasta que la masa sea homogénea y seguidamente, añadimos la esencia de vainilla.
- Tamizamos la harina con la levadura y la añadimos a la mezcla anterior, en dos veces y justo hasta que no se vea la harina,con una paleta, para no perder el aire que hayamos incorporado en los pasos anteriores.
- Seguidamente, echamos los chips de chocolate (yo he utilizado chips de chocolate negro)con movimientos envolventes y suaves.
- Disponemos las cápsulas de papel en una bandeja de horno para cupcakes (para que no se abran durante el horneado), introducimos la masa en una manga pastelera y la echamos en las cápsulas, sin llenar más de 2/3 de su capacidad (es una masa que no subirá mucho y se quedarán bastante planitos).
- Horneamos 18-20 minutos, hasta que estén echos. Los dejamos 5 minutos en el molde (ésto es importante para que no se separe el papel del bizcocho) y después dejamos enfriar totalmente en una rejilla.

PARA LA CREMA:

- Batimos la mantequilla y blanqueamos: veremos que se vuelve esponjosa y de un color casi blanco (unos 5 minutos).
- Añadimos la mitad del azúcar, la leche y las pepitas de la vaina de vainilla (para ello la abrimos por la mitad con un cuchillo y rasgamos su interior) y batimos hasta que esté todo integrado. Seguidamente añadimos el resto del icing sugar y batimos otros 3 minutos más.
- En mi caso, para darle un toque divertido, he optado por dividir la crema en cuatro partes: dos de ellas las he dejado en blanco, y las dos restantes las he teñido, una de azul, y otra de rosa (pero pueden ser de los colores que más os gusten).
- He dispuesto dos mangas pasteleras con boquillas para adornar los cupcakes. En una he puesto una parte de crema en blanco y otra azul, y en la otra, la otra parte blanca y la crema rosa, de forma que cuando la sirvamos cobre los bizcochos, saldrá con una bonita mezcla de los dos colores (¡a los peques les encantará!). Y cubrimos nuestros bizcochos.

PARA DECORAR (opcional):

He optado por hacer unos chupachups de fondant: hago bolitas de fondant de colores y las pincho en un palillo. Después las humedezco con agua ligeramente y las rebozo en el azúcar. Aunque sea una decoración sencilla, quedan muy vistosos y graciosos. Los pinchamos en los cupcakes.

El hecho de usar galletas en lugar de harina, hacen que el bizcocho tenga un sabor sorprendente y original, además de estar deliciosos. Son jugosos y se mantienen muy bien durante días, y a los niños les encantan (bueno, y a los no tan niños...)