Tiramisú

Prepara el café y deja que se enfríe. Puedes meterlo en el frigorífico. Si vas a añadirle el Amaretto, échaselo al café.

Separa las yemas de las claras, y reserva éstas en el frigorífico para luego montarlas.

Mezcla el azúcar y las yemas hasta que quede una crema blanquecina.

Incorpora el queso Mascarpone y mezcla con las varillas hasta que quede con una textura cremosa y consistente.

Monta las claras a punto de nieve. Un poquito de sal ayuda a que monten mejor y queden más firmes.

Añade las claras montadas a la crema que tenías preparada. Con una espátula, mezcla con movimientos envolventes para que no se bajen mucho las claras.

En un recipiente rectangular, del tipo que se utiliza para gratinar, coloca en la base la mitad de los bizcochos.

Echa la mitad de café por encima pero sin que se humedezcan mucho, es la capa base y queremos que tenga consistencia.

Echa la mitad de la crema sobre la primera capa de bizcochos.

Vuelve a hacer lo mismo con una segunda capa: coloca los bizcochos, empápalos de café y echa la crema por encima.

Deja que repose en el frigorífico al menos 12 horas, y mejor si lo haces de un día para otro.

Cuando lo vayas a servir, espolvoréalo con un poco de cacao puro en polvo.

Compra unos buenos bizcocho de soletilla. Tienen que llevar huevo. En Italia se utilizan unos que se llaman Pavesini.

También se pueden utilizar galletas crujientes, galletas de mantequilla, brioches o incluso pan de jengibre en lugar de los bizcochos de soletilla.

Puedes hacerlo también SIN GLUTEN. La marca Schär tienen unos bizcochos que se llaman Savoiardi . Son sin gluten y perfectos para hacer el tiramisú.