Tarta sin-sin (sin gluten y sin lactosa)

Precalentar el horno a 170 grados.

Separamos las claras de las yemas y batimos bien estas últimas con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.

Añadimos los yogures y seguimos batiendo siempre con las varillas.

Añadir las ralladuras de naranja y limón, y el aceite. Mezclamos hasta que el aceite esté integrado.

Tamizar las harinas, junto con la levadura y añadimos a la mezcla anterior batiendo un poco hasta integrarlo. Montamos las claras a punto de nieve y lo añadimos a la masa con la ayuda de una espátula y movimientos envolventes.

Untamos de mantequilla un molde y espolvoreamos con harina de arroz para que no se pegue (si lo preferís también podéis forrar el molde con papel de hornear).

Verter la mezcla en el molde y hornear durante 40 minutos, 170 grados, calor arriba y abajo (si pincháis el bizcocho en el centro y el palito sale limpio antes del tiempo estará listo, esto depende del horno).

Mientras nuestro bizcocho está en el horno haremos la crema pastelera. En un bol mezclamos 100 gr de azúcar y 50 gr de Maizena y lo disolvemos con 2 cucharadas de leche (sin lactosa), hasta que no queden grumos.

En un cazo calentamos el resto de la leche (500 ml menos las dos cucharadas ya utilizadas), con la piel de 1 limón, la vaina de vainilla (abridla por la mitad y con una cucharilla raspais las semillas y las añadís a la leche) y la ramita de canela hasta que rompa a hervir. Retiramos del fuego y dejamos infusionar 3 o 4 minutos.

Colar e incorporar la mezcla de azúcar y Maizena ya disueltas. Poner de nuevo al fuego y calentar sin dejar de remover con las varillas hasta que espese (la crema estará lista cuando desaparezca la espumita de la superficie).

La retiramos del fuego, la vertemos en un bol y la tapamos con film (es importante que el film toque la crema para que no se forme una película al enfriarse) y dejamos enfriar completamente.

Sacamos el bizcocho del horno, lo dejamos enfriar 10 minutos a temperatura ambiente, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar totalmente. Una vez frío podemos cortarlo en 2 o 3 partes, según gustos, para rellenar.

Rellenar el bizcocho con la crema pastelera bien fría (no la llevéis al borde ya que al poner la tapa y presionar esta se extiende hacia afuera). Si mezclais una parte de la crema con chocolate puro en polvo sin glúten, obtendréis una crema de chocolate buenísima y si habeis cortado en 3 partes el bizcocho, os puede servir para rellenarlo con 2 sabores.

Ya está listo, ahora toca decorarlo. Derretimos la tableta de chocolate partida en trocitos al baño maría y removemos de vez en cuando para que se deshaga de forma uniforme. Añadir la mantequilla en trocitos y remover hasta obtener una textura semilíquida pero densa y fácil de manejar (este es el momento de añadir licor o zumos si se quiere, 1 cucharada es suficiente).

Verter el chocolate sobre el bizcocho y extender. Dejar enfriar completamente.

Para hacer el caramelo pondremos en un cazo el azúcar y el líquido elegido (agua, licor o zumo), poner a fuego medio y dejar que adquiera un tono dorado (no removais el azúcar ya que se cristalizaría y echaríamos a perder el caramelo).

Verter el caramelo en un papel de horno y dejar atemperar. Cuando esté pegajoso y salgan hilos podéis trabajar con él. Pegad la base de la cuchara al caramelo y tirad de ella formando rizos o formas. Cuanta más base pegues al caramelo más anchas saldrán la cintas.

Decorad con ellas la tarta y listo.Espero que os guste.