Quiché lorraine

Empezamos preparando la masa quebrada. Para ello ponemos en un bol la harina con una pizca de sal y la mantequilla fría cortada en dados, mezclamos con los dedos trabajando muy poco, hasta que parezca como migas de galleta desmenuzada. Agregamos el agua y trabajamos solo hasta integrar. (Dependiendo de la harina, puede que necesitéis más o menos cantidad de agua)
Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en film y dejamos en la nevera media horita.
Forramos un molde de 18 cm. con papel de horno. Dividimos la masa en dos (solo me hizo falta la mitad, el resto la congelé) y la estiramos del tamaño de nuestro molde. La dejamos en la nevera una horita.
Precalentamos el horno a 200º. Ponemos un papel de horno encima de nuestra base y colocamos garbanzos u otro tipo de peso para que la masa no suba. Horneamos 20 minutos. Retiramos los garbanzos y el papel y horneamos 10 minutos más.

Mientras la masa se hornea preparamos el relleno. Doramos el bacon en una sartén. No hace falta añadir aceite, ya soltará su propia grasa. Escurrimos sobre papel de cocina.
Cortamos la cebolla menuda y la pochamos en un poco de aceite. Escurrimos.
Batimos los huevos y mezclamos con la creme fraiche. Ponemos un toque de pimienta.

Una vez la masa esté dorada, la sacamos del horno y ponemos la cebolla y el bacon por encima. Vertemos la mezcla de huevos y creme fraiche y un puñado de queso enmental.
Horneamos unos 30-35 minutos a 170º.

Una vez horneada la podemos servir templada o fría, de cualquier manera está deliciosa.
Espolvoreamos orégano por encima y la disfrutamos acompañada de una ensalada al gusto.