Nidos de fresa

Mezclamos en un bol; la leche, el huevo, el aceite y el edulcorante líquido.

Lo batimos bien con una batidora eléctrica para que los ingredientes se integren.

Añadimos la ralladura de naranja y batimos de nuevo.

Seguidamente incorporamos a la mezcla la mitad de la harina (tamizada y mezclada con la levadura) y batimos.

Finalmente añadimos el resto de la harina y batimos hasta obtener una masa resultante más bien sólida.

Al ser una receta baja en calorías y sin azúcar, la masa que resulta de la mezcla es diferente en textura a las masas típicas de los cupcakes. Ésta es muy parecida a la textura del pan, es bastante más sólida y pegajosa.

Precalentamos el horno a 200 grados.

Preparamos los moldes de silicona para cupcakes, donde previamente habremos echado un poquito de mantequilla en el fondo para evitar que se peguen.

Vertemos la masa a una manga pastelera o en su defecto en una bolsita de las típicas para bocadillo de los niños.

Cortamos la punta de la bolsa y vamos rellenando los moldes hasta dos tercios de su capacidad. ¡Debemos tener cuidado en el horno suben mucho!

Los horneamos durante 10 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.

El resultado serán unas preciosas cupcakes esponjosas y muy buenas de sabor (algo que se agradece cuando estamos a dieta).

Para decorar realicé un frosting de queso sin azúcar.
Para ello utilicé:
170 g de queso en crema (tipo Philadelphia)
10 cucharadas de edulcorante en polvo.

El procedimiento es sencillo y fácil de hacer.
Mezclamos los dos ingredientes hasta que tengamos una mezcla lo suficiente consistente para poder utilizarlo en una manga pastelera.

Os dejo una muestra variada de cuáles pueden ser los resultados, buenos, creativos y divertidos.