Cupcakes de ponche segoviano

Primero empezaremos haciendo la magdalena: 60 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 110 gr de azúcar 1 huevo 120 gr de harina 1/2 cucharadita de levadura 60 ml de leche 1/2 cucharada de extracto de vainilla (o una cucharada de azúcar vainillado) En un recipiente, batir muy bien la mantequilla con el azúcar hasta que quede crema.

Una vez tengamos esa crema, añadir el huevo e integrarle muy bien.

En un recipiente a parte, mezclar la harina con la levadura y reservar.

Mezclar en un vaso la leche con el extracto de vainilla (o azúcar vainillado) y reservar.

En dos o tres veces, ir añadiendo a la mezcla de mantequilla un poco de la mezcla de leche y un poco de la mezcla de harina, alternando una y otra, hasta que quede una crema lisa y sin grumos.

Repartir la mezcla en los papelitos de las magdalenas, no las llenéis más de la mitad del papel porque suben bastante.

Meter al horno a 180º (previamente precalentado) durante unos 15-20 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Para el relleno: medio sobre de preparado para natillas medio vaso de leche una cucharada de azúcar una pizca de canela Disolver todo junto en un vaso. Meter al microondas durante unos 10 minutos hasta que espese. Dejar enfriar en el frigorífico para que se espese aún más.

Con un cuchillo y paciencia hacer un agujerito en el centro de la magdalena, poner un poco de la mezcla de natillas y volver a tapar.

Para el mazapán (capa que cubre la magdalena): 300 gramos de almendras molidas. 300 gramos de azúcar glasé. 2 cucharadas de agua. 1 clara de huevo. En un recipiente hondo colocamos las almendras con el azúcar y las dos cucharadas de agua. Amasamos con las manos toda la mezcla durante bastante tiempo hasta conseguir una masa uniforme.

Esta masa la dejamos reposar durante un par de horas en lugar fresco.

Pasado este tiempo, le ponemos un film transparente por encima y la estiramos con un rodillo, con un cortador redondo preparamos los círculos con los que cubriremos los cupcakes.

Una vez los tenemos montados, espolvoreamos un poco de azúcar glas y con un soplete de cocina marcamos las líneas (las lineas pueden marcarse con un hierro o con una rejilla).