Brócoli con quinoa y salsa de queso fresco

Comencé calentando en una olla dos litros de agua. Mientras alcanzaba el punto de ebullición lavé la quinoa bajo el grifo, la escurrí bien y la eché a la olla. Estuvo cociendo 20 minutos.

En un cuenco rallé el queso de Burgos, añadí la almendra laminada, el yogur, el zumo de limón y una pizca de sal y pimienta. Removí bien y dejé la mezcla reservada en el frigorífico.

Puse a calentar agua y cuando estuvo hirviendo eché el brócoli cortado en pequeños arbolitos. Lo tuve cociendo cuatro minutos, lo escurrí bien y lo pasé bajo el grifo de agua fría para que quedase crujiente.

Mezclé tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, dos cucharadas de zumo de limón, una cayena troceada y sin semillas, un poquito de raíz de jengibre rallada y una pizca de sal. De nuevo removí bien y reservé.

Con todo preparado, comprobé que la quinoa estaba cocida en su punto y la retiré del fuego. La colé y también la pasé bajo el grifo de agua fría.

Para montar el plato, puse en la base la quinoa con ayuda de un molde circular. Encima coloqué un poco de brócoli, unas cucharadas de la mezcla de queso y por último repartí el aliño de jengibre.