El Pozo

Arroyado de pollo con verduras al vapor y laqueado (al estilo de iwao komiyama).

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 2 pechugas de pollo
  • 1 clara de huevo
  • 100 g zanahorias pequeñas
  • 100 g espárragos verdes
  • 75 ml salsa de soja
  • 50 g azúcar moreno
  • 1 cucharada sopera de AOVE
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de sal
  • Unas vueltas de pimienta negra molida

Preparación de la receta


- Se lavan las 2 pechugas y se procesan hasta dejarlas bien picadas.


- Se le mezclan bien la clara de huevo, la sal, la pimienta y el comino molido hasta que quede una pasta bien homogénea.


- Cocinar al vapor (lo hicimos en vaporera de bambú) los espárragos y las zanahorias por separado, hasta que estén al dente.


- Colocar en un trozo de papel film el pollo en forma rectangular, y en la parte central los espárragos y las zanahorias (hicimos 2 para que luego entraran bien en la vaporera).


- Enrollar con mucha presión hasta que quede bien compacto. El papel film se apretará por los extremos como si fuese un caramelo.


- Cocinar los dos rollos al vapor durante 15 minutos.


- Transcurrido ese tiempo, se dejan enfriar y retiramos el papel film. Los rollos habrán quedado bien cocidos y compactos.


- En un wok o sartén, procedemos al sellado de los rollos con un poco de aceite de oliva. Le vamos dando vueltas hasta el sellado total.


- A continuación agregamos la salsa de soja y el azúcar y cocinamos durante 1 minuto, girando los rollos para que queden totalmente laqueados.


- Sacamos de la sartén o wok y cortamos en rodajas de unos 2 cm sobre una tabla y con un cuchillo bien afilado.


- Colocamos en una fuente, adornamos con salsa de soja y con los mismos vegetales del relleno (también quedaría bien algo verde: rúcula, perejil rizado...) Se puede acompañar con un tazón de arroz blanco cocido, salteado con frutos secos.


Foto del plato terminado:

Trucos

Parece algo laborioso, pero en realidad no es nada difícil y los ingredientes son fáciles de conseguir. Nos sorprendió mucho el parecido final de nuestro plato con el que habíamos tomado como modelo: uno de de Iwao Komiyama. La primera vez que vimos Canal Cocina, nos asombramos de que existiese un canal de televisión dedicado las 24 horas a la gastronomía (que entonces no nos apasionaba tanto como ahora). Pero lo que más nos llamó la atención fue la persona que presentaba ese primer programa que presenciamos: un señor de rasgos orientales, vestido a la japonesa, pero con un acento porteño (de ahí el nombre de este plato, que hemos bautizado así con las y griegas en su honor) y que -entonces- nos chocaba totalmente. Era IWAO KOMIYAMA y ahora nos hemos convertido en fieles admiradores de su saber y su buen hacer en la cocina. Puede servir como ejemplo este plato, inspirado en uno suyo. Y el sabor..., riquísimo y sorprendentemente fino. Y muy sano.


¡Encuentra todo lo que necesitas para preparar esta receta en nuestra Tienda de Canal Cocina!





La tienda de canal cocina