Me voy a comer el mundo: Jordania

En el séptimo episodio de Me voy a comer el mundo, Verónica Zumalacárregui nos lleva a descubrir Jordania, uno de los países más admirados del planeta y también uno con la mejor gastronomía. Consulta aquí DÓNDE VER CANAL COCINA.

En Jordania, uno de los países con una ubicación privilegiada en Oriente Medio, viven más de 10 millones de personas. Llegamos a su capital, Amán, una ciudad formada por 20 colinas en las que la mezcla de influencias y culturas se respira en cada rincón.

Junto a nuestra guía licenciada en filología hispánica visitamos la ciudad, llena de vida, ya que viven en ella 2 millones de personas que disfrutan del placer de comer. Nuestra primera parada gastronómica es Hashem, uno de los restaurantes más tradicionales de Amán que contó con la presencia de Rania de Jordania. Allí aprendemos a cocinar dos platos típicos: el falafel y el hummus.

Uno de los lugares más bulliciosos de la capital jordana es el Souk El Hodra, un mercado en el que se dan cita hombres y mujeres de todas las edades que buscan el producto más fresco. Allí descubrimos la gran variedad de frutos secos, especias y el sabor de diferentes ingredientes, como el dátil seco, que recuerda a nuestro marrón glasé, o los “churros” jordanos, bañados en almíbar.

El 10 por ciento de la población de Jordania tiene orígenes beduinos, por lo que las raíces del desierto permanecen latentes en platos como el Mansaf, su receta por excelencia y bandera de Jordania. Nuestro segundo guía de excepción en la ciudad jordana nos invita a probarlo en una casa de una familia de Amán.

El 90 por ciento restante de la población jordana es árabe, por lo que, en su gastronomía, el cerdo es prácticamente inexistente, y la ternera se consume poco. Sus carnes favoritas son el pollo pero, sobre todo, el cordero, del que se aprovecha absolutamente todo. Tanto es así que visitamos un restaurante especializado en casquería donde Verónica prueba lo que nunca ha comido del cordero: tripa, intestino, sesos… ¡y el páncreas!

El día termina y qué mejor que empezar la noche en Al weibde, el barrio de moda de Amán donde se reúnen creativos, intelectuales y extranjeros en sus locales íntimos y bohemios. Allí visitamos para cenar Beit Sitti, traducido como “la casa de mi abuela”. Las dueñas de este establecimiento son tres hermanas y la cocinera también es una mujer. Nada más entrar, nos enseñan a preparar nuestro plato para después comerlo. Cocinan unos de los más famosos: Maqluba, una receta con arroz, carne y verduras, y el Babaganoush.  Y de postre, nos trasladamos hasta Habiba, el local más conocido de Amán.

En nuestro segundo día por la ciudad, conocemos el desayuno típicamente jordano, basado en Fatayer, una pizza árabe, hummus, falafel, pepinillos encurtidos y una pasta de habas.

Este desayuno nos hace coger fuerzas para descrubir una de las siete maravillas del mundo moderno: la ciudad de Petra, tallada hace más de 2400 años. Allí conocemos Alqantarah Restaurant, una casa típica de pueblo en la que se cocina una de las mejores comidas de la zona, y Petra Kitchen, un lugar donde los comensales aprenden la cocina local de primera mano.

Terminamos nuestro viaje adentrándonos en el desierto de Wadi Rum, con más de 74000 hectáreas de arena y donde comemos en una casa típica beduina donde se cocina bajo la arena del desierto.

Si no te quieres perder ni un solo episodio de nuestra odisea gastronómica por nuestro planeta, no te pierdas cada jueves a las 22.00 horas en Canal Cocina Me voy a comer el mundo.

Conoce el resto de ciudades que ya ha visitado Verónica Zumalacárregui en nuestra sección Me voy a comer el mundo.

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