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Me voy a comer el mundo: Buenos Aires

10 de julio de 2019

En el capítulo 34 del programa de televisión Me voy a comer el mundo, viajamos a Buenos Aires para descubrir los sabores únicos de la cocina argentina con Verónica ZumalacárreguiConsulta aquí donde ver Canal Cocina para no perderte la serie.

Argentina es el país del tango, de la carne, del mate y del fútbol. Y de todo ello se puede disfrutar en Buenos Aires, su capital. Aunque esta ciudad de atmósfera europea es mucho más. Adquiere un sello propio gracias a los porteños que a todo que le ponen pasión. Y como no puede ser de otra forma, también lo hacen en la gastronomía.

LA PICADA, EL APERITIVO ARGENTINO

La primera parada del viaje es en el Barrio de San Telmo, uno de los más antiguos. En la Plaza de Dorrego, quedamos con Christian, que define a la cocina del país como una "cocina originaria de inmigrantes" que acabó tomando una identidad propia.

Empezamos la ruta gastronómica en el Mercado de San Telmo, construido en el siglo XIX y uno de los más famosos. Su peculiaridad es que aparte de poder comer y hacer compras, también se pueden encontrar antigüedades. En uno de los puestos, vemos cebollas de verdeo, ingrediente indispensable para las empanadas, sobre todo las de carne.

Además, disfrutamos de una picada, lo que sería nuestro "aperitivo", para probar algunas variedades de salamines y unas humitas en chala a base de cebolla de verdeo, maíz, queso y azúcar. Por último, degustamos un "vigilante", "Romeo y Julieta" o "Martín Fierro", un postre típico de múltiples nombres preparado con queso y dulce de membrillo.

Uno de los barrios más modernos es Puerto Madero, un antiguo puerto que se reconstruyó y donde ahora podemos encontrar restaurantes en lo que antes eran los depósitos. También pasamos por la Costanera, una zona cerca del centro que sirve para relajarse y donde hay carritos de comida. En uno de ellos pedimos un "choripán", que como refleja su nombre, se trata de pan con chorizo, en este caso, chorizo criollo de cerdo y vaca al que se le añade salsa chimichurri.

BOMBAS GASTRONÓMICAS LLENAS DE SABOR

En el corazón de Buenos Aires, donde confluyen la Avenida Corrientes y la Avenida 9 de Julio, encontramos un imponente obelisco, el icono porteño que conmemora la fundación de la ciudad. La Avenida Corrientes, es conocida como el "Broadway de Buenos Aires", y es que es una de las ciudades con más teatros, tiene más de 187 y más de 400 obras en cartelera. Uno de los planes perfectos es ver una obra de teatro y después comer una verdadera pizza argentina.

Para probar una de ellas, nos vamos a la Pizzería Güerrín, la "meca de la pizza" que abrió en 1932. Allí optamos por la pizza clásica de mozzarela. Aunque parezca que nos van a servir una pizza de lo más típica, tiene sus propias características: la masa es mucho más gruesa y esponjosa que la italiana y se sirve con salsa de tomate que se cocina previamente y que se condimenta con orégano o ají molido. Además, tiene mucho queso, a veces más cantidad que la propia masa. Para coronarla, después del horneado, por encima ponen un fainá, una especie de tortilla de harina de garbanzos.

Continuamos nuestro viaje por la ciudad en el Barrio de La Boca, el primer hogar de muchos inmigrantes que llegaron a finales del XIX. Actualmente, es especial por Caminito, un folclórico callejón lleno de color. Aquí nos encontramos con Bárbara con la que paseamos por las antiguas vías del ferrocarril. El recorrido nos permite ver las casas hechas con los descartes de los barcos y las fábricas y también los conventillos, viviendas colectivas donde residían familias en un lugar reducido.

Las vías nos llevan a la Bombonera, el estadio del Boca Juniors. Y muy cerca llegamos a El Obrero, un bodegón argentino fundado por unos asturianos en 1954. Se trata de un restaurante familiar de comida casera y de raciones abundantes. En su cocina, el cocinero Nico nos va a mostrar cómo preparan una típica milanesa napolitana.

Primero rebozan la carne de ternera dos veces y la fríen en aceite de maíz, así preparan la milanesa clásica. Después, para preparar la "napolitana" le añaden salsa de tomate condimentada, y sobre ella, ponen jamón cocido y mozzarela fresca que se gratina en el horno. Pero, aún hay más, para elaborar la versión "a caballo", sobre todos estos ingredientes añaden huevo y patatas fritas. Una increíble bomba calórica llena de sabores.

A continuación, Bárbara nos abre las puertas de su casa en el Barrio del Magro. Allí tenemos la oportunidad de ver cómo se cocina uno de los platos argentinos por excelencia: las empanadas. El secreto está es su delicioso sofrito hecho a base de cebolla de verdeo, pimentón, ají, carne, aceitunas y huevos duros. Probamos dos versiones: las horneadas y las clásicas, que están fritas en grasa de cerdo y aceite de maíz.

EL ASADO FAMILIAR DE LOS DOMINGOS

Cada argentino consume unos 120 kg de carne al año, más del doble que cada español. Y es que, si hay algo por lo que se conoce a la gastronomía argentina es por sus cortes de carne. En el Barrio de San Isidro quedamos con Nico, que nos invita a un asado familiar que cada domingo prepara en casa.

Antes de entrar a su hogar pasamos por la carnicería Ave César, donde compramos todo lo necesario para el asado. Una vez en casa, la mujer de Nico elabora el chimichurri para la carne, lo hace con ajo, perejil, órgano, sal, ají triturado, pimentón dulce, aceite y vinagre. Nico, encargado de las brasas, pone "toda la carne en el asador".

Junto a su familia probamos lomo, bife de chorizo o lomo alto de vaca, morcilla, matambrito de cerdo, tiras de asado o costillar de vaca y chinchulines, el intestino delgado de la vaca.

MATE CON FACTURAS: LA MERIENDA MÁS ARGENTINA

Anualmente, cada argentino consume 6 kilos de mate por cada uno de café. El mate es esa bebida que los argentinos pueden beber a cualquier hora y en cualquier parte, aunque no de cualquier forma. Nos trasladamos al Barrio de Palermo, donde hemos quedado con Andrés para probar el "mate con facturas".

Lo tradicional es un utilizar un "porongo", un recipiente para preparar el mate, el que debe irse cebando, es decir, se le va incorporando el agua mientras se va bebiendo. Un plan muy común es degustarlo con las facturas.

Como el mate es muy amargo, se van tomando las facturas, que son los dulces que ayudan a contrarrestar el sabor. Por eso en esta merienda no podían faltar delicias argentinas como tortitas negras, bolas de fraile rellenas de dulce de leche, cañoncitos, ni por supuesto, alfajores bañados en chocolate, dulce de leche y azúcar palpable.

BUENOS AIRES NOCTURNO

Por la noche nos vamos a Palermo Soho, un barrio artístico en referencia a Nueva York, para ir al Restaurante Proper. Allí podemos encontrar una cocina de autor con una vuelta de tuerca moderna. Cenamos un increíble churrasco de cerdo al horno de leña con un toque especial, condimentado con puré de cebolla, limones confitados y vinagreta. Por supuesto, lo acompañamos de un vino argentino.

El tango es una danza que evoca pasión y melancolía y que nació a finales del siglo XIX en el entorno del Río de la Plata, es intrínseco a la historia y cultura del país. Para despedirnos de esta gran ciudad y de la noche argentina visitamos la Viruta Tango, la milonga más importante de Buenos Aires, una conocida sala donde se baila tango y donde nos empapamos de los ritmos más argentinos.

No te pierdas los capítulos de Me voy a comer el mundo con Verónica Zumalacárregui en Canal Cocina. Consulta aquí los próximos pases de la serie.

Conoce el resto de ciudades que ya ha visitado Verónica Zumalacárregui en nuestra sección Me voy a comer el mundo.

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