Trucos y Consejos

Características del queso

El queso es tan antiguo como la historia de la humanidad. Es una manera primitiva de conservar la leche.

La palabra queso proviene de la raíz latina caesus, (caseína), que es la proteína que forma parte del queso. Tanto romanos como griegos alababan al queso como el principal alimento de sus coetáneos. Podemos encontrar 3.000 años a.C  una representación gráfica del queso y su fabricación en la ciudad árabe de Bagdad.

Atila era un gran aficionado al queso de yegua.

El queso tiene varias fases de fabricación, que pasa desde la homogeneización, pasteurización, el cuajado (coagulación del cuajo al introducirse en la leche), el modelado-prensado-salado, y la maduración o curación. Este último proceso es muy importante ya que depende como quiera dejarse cada queso. En la maduración intervienen unas encimas y se produce un proceso bioquímico.

Si el queso fresco no lo consumimos pronto y lo mantenemos en la nevera, se queda rugoso y sin agua. Para poder consumirlo en unos días más, se sumergen en agua con un poco de sal y se tapa. Así conseguiremos que se quede mucho más jugoso. Además con el punto de sal mantenemos el sabor del queso, y podemos consumirlo en más días.

El queso contiene proteínas, calcio, vitaminas casi como la leche pero en menor medida, por lo que es un alimento que hay que tenerlo con frecuencia en la nevera.

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