Tarta fría de yogur y piña
PROGRAMA: Blogueros cocineros T9      Ep: 54
Tiempo: alto | Dificultad: medio | Comensales: 4

Colocamos los sobaos en el fondo del molde desmontable, intentando que quede todo bien cubierto, sin huecos. Con ayuda de un pincel embebemos los sobaos con el jugo de la piña.

Colocamos mitades de rodajas de piña por todos los laterales, como formando arcos, dejándolas bien pegadas a las paredes del molde para que no queden huecos.

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

Montamos la nata hasta que esté firme, y añadimos la leche condensada y el yogur, mezclándolo todo con ayuda de una espátula de goma, con movimientos envolventes.

Picamos dos o tres rodajas de piña en trocitos pequeñitos, y las añadimos a la mezcla anterior, removiendo con la espátula para que se repartan bien.

Escurrimos bien seis hojas de gelatina ya hidratada, las calentamos con un par de cucharadas de agua en un cazo hasta que se disuelva, y lo añadimos a la mezcla anterior, removiendo bien para que se integre completamente.

Vertemos la mezcla en el molde, repartiendo bien. Alisamos la superficie con la espátula. Lo llevamos de nuevo al frigorífico una media hora para que vaya asentando, y mientras preparamos la gelée.

Trituramos las rodajas de piña y las ponemos en un cazo a fuego medio, junto con el azúcar. Removemos y calentamos un par de minutos. Retiramos del fuego. Escurrimos bien las hojas de gelatina restantes y las añadimos al puré. Removemos bien para que la gelatina se deshaga por completo.

Si queremos añadir el licor, lo añadimos aquí y removemos bien hasta que esté todo bien mezclado. Dejamos atemperar.

Sacamos el molde del frigorífico, comprobamos que ya va cogiendo consistencia, vertemos la gelée sobre la superficie, y llevamos de nuevo al frigorífico, al menos 6 horas, o mejor de un día para otro.

Antes de servir, decoramos con un poco de nata montada.