Quiché con huevo, calabacín, camembert y parmesano

Empezamos preparando la masa quebrada para la base de quiche. Ponemos todos los ingredientes para la masa en el bol y amasamos bien hasta que se integren todos los ingredientes. Formamos una bola, la envolvemos en film y la dejamos reposar 1 hora en la nevera.

Pasada la hora sacamos nuestra bola de la nevera y la ponemos en el mármol con un poquito de aceite. Estiramos con el rodillo la masa hasta obtener un diámetro 3 dedos mayor que el molde.

Con la ayuda del rodillo pondremos nuestra masa en el centro del molde. Retiraremos el exceso de masa pasando el rodillo por encima. Precalentamos el horno a 180ºC.

Cubrimos la masa con un papel de hornear y encima de ella ponemos unos grabanzos crudos. De esta manera evitaremos que la base de la masa crezca durante el horneado. Horneamos durante 15 minutos a 180ºC. Los garbanzos no los podréis utilizar para hacer ningún plato. Yo los guardo en un bote de cristal y son los que uso siempre para hornear la masa de quiches.

Mientras nuestra masa se hornea, preparamos el relleno. Con ayuda de una madolina láminamos los calabacines al mínimo grosor. Los colocamos en un plato, los salamos y ponemos un poquito de aceite de oliva virgen extra por encima y los horneamos en el microondas. En el caso de no tener función horneado en el micro podéis hacerlos a la plancha o bien en el horno. Cuando estén listos los reservamos.

En un bol batimos los 4 huevos junto con los 300ml de leche evaporada y salpimentamos. Reservamos para mas adelante.

Pasados los 15 minutos nuestra masa ya está horneada y podemos empezar a rellenarla. Repartimos los calabacines, los trocitos de queso camembert y las láminas de queso parmesano por encima. Vertemos la mezcla de huevo y leche evaporada. Es importante que cuando vertamos el huevo no se nos escape por fuera de la masa, así que controlar que cantidad ponéis, es mejor quedarse un poco corto que querer echar todo el líquido y que se derrame. Horneamos durante 30-35 minutos a 180ºC.

La quiche debe quedar cuajada y dorada. Desmoldamos y servimos caliente.