Crostinis de otoño...

Poned en el fuego una sartén a fuego medio y una olla con dos o tres dedos de aceite de oliva a fuego medio-alto (Potencia 7 sobre 10, o si tenéis freidora calentadla a 160º)

También necesitaremos tostar el pan, podéis hacerlo en una parrilla o en el horno. Nosotros lo hicimos en una parrilla a fuego medio mientras cocinábamos el resto de ingredientes. Primero tostamos las rebanadas por un lado, y cuando ya estaban les dimos la vuelta, extendimos el "Divirín"
sin corteza sobre el pan caliente y dejamos que se fuera fundiendo lentamente. Cuando la parte de abajo del pan estaba a punto de estar lista apagamos el fuego y dejamos que terminara de tostarse con el calor residual, lo cual mantendría el queso calentito y nos proporcionara un crostini extracrujiente.

Poned sobre la sartén bien extendidas las lonchas de jamón para que vayan tostandose ligeramente y logremos así una textura crujiente.

Picad el puerro en una juliana no muy fina y reservadlo hasta que el aceite de la olla este caliente.

Con ayuda de un pelaverduras sacad finas laminas de calabaza. Coged una bolsa limpia de plástico, echad en ella 2 cucharadas de harina de trigo (podéis mezclarla con un poco de harina de maíz si tenéis, eso aumentará le textura crujiente final) meted en ella las láminas de calabaza, cerrad y agitadla bien, hasta que toda la calabaza quede bien cubierta de harina.

El aceite ya debería estar caliente, así que echad el puerro en juliana y freidlo hasta que empiece a dorarse. retiradlo a un plato cubierto con papel absorbente y añadidle una pizca de sal fina, sin pasaros, recordad que este plato lleva el crujiente de jamón, que ya aportará un toque salado.

Precisamente, en este momento dadle la vuelta a las lonchas de jamón que tenemos en la sartén a fuego medio.

Seguidamente, haced lo mismo con las láminas de calabaza que con el puerro. Freidlas hasta que estén doradas, retiradlas a un plato con papel absorbente y saladlas muy ligeramente.

Retirad el jamón de la sartén y ponedlo también entre dos papeles de cocina para quitarle algo del exceso de su propia grasa.

En la misma sartén, poned la nuez de mantequilla para que se vaya derritiendo, picad finas las hojas de romero (sin el tallo) y echadlas por encima de la mantequilla. Dejad que se infusione durante un minuto.

Partid en dos los rebozuelos mas grandes y dejad enteros los pequeños. Añadidlos a la sartén con la mantequilla de romero, subid el fuego a medio-alto y salteadlos durante 3 o 4 minutos.

Mientras se van cocinando juntad en un bol el puerro, la calabaza y el jamón crujiente desmenuzado y mezcladlo bien, ese será el suelo de nuestro bosque.

Una vez listas las setas, colocad en cada plato dos crostinis con el queso fundido, cubridlos con abundante crujiente de puerro, calabaza y jamón y sobre ellos los rebozuelos. terminad con unas escamas de sal directamente sobre las setas y adornad con unas puntas de romero. Probadlo, vereis que está delicioso...