Victor Enrich

Divertido, perfeccionista y gran amante de su trabajo, así es Víctor Enrich, un  joven cocinero  que un día decidió abandonar su trabajo de analista financiero para dedicarse profesionalmente a lo que más le gusta, la cocina. Este madrileño ha conseguido hacerse un hueco entre el exigente público madrileño.

Hace siete años, decidió dedicarse al mundo de la cocina, porque el mundo financiero no iba muy acorde con él. Dejó su empresa para meterse en el campo gastronómico, aunque seguía manteniendo el carné de vuelta si las cosas no salían del todo bien.

Enrich siempre contó con el apoyo de su mujer, María Vega de Seoane, y tras tomar la decisión de abandonar la corbata por el mandil pidió trabajo a un amigo que tenía un restaurante. Desde el primer momento que entró en la cocina tuvo claro que había tomado la decisión correcta.

Luego pasó por el asador Illumbe, donde conoció cómo darle el punto exacto de cocción a las carnes y tras aprender algo de francés se fue a París con su mujer a estudiar en el prestigioso Cordon Bleu. En este viaje recorrió todas las regiones de Francia y realizó cursos de vino, por lo que fue un año dedicado básicamente a su formación. Al volver a España, comenzó trabajando en el Restaurante Neo y tras su paso por este restaurante de cocina imaginativa trabajó en Eneldo Catering introduciendo nuevas técnicas y platos, y es a finales de 2005 cuando decide abrir su propio restaurante junto a María, su mujer. Se puso en busca de un local en Madrid y lo encontró en La Moraleja.

Víctor basa su cocina en el respeto a los sabores, los fuegos lentos, las reducciones bien hechas y la materia prima de la más alta calidad. La cocina de Enrich es la alta cocina clásica donde prevalecen las bases de las recetas de toda la vida pero cuidando al máximo la presentación de los platos. Tal y como él la define es la cocina tradicional con un toque vanguardista.

Además de la cocina, que a parte de su trabajo, es su gran afición, Víctor es un apasionado del deporte.

El sueño de ser cocinero que Víctor tenía desde que era un niño ya lo ha cumplido y con creces. Entre sus proyectos de futuro se encuentra montar un restaurante en el campo para vivir y cocinar de forma más relajada y rodeado de los suyos.

El próximo objetivo que tiene en mente es la apertura del Catering de Enrich en el 2009 y si todo le sale como hasta ahora, seguro que será un éxito.