Cómo reducir las calorías de una receta

Si queremos comer sano lo primero que debemos hacer es adoptar una dieta variada y equilibrada. Para ello nos ayudará mucho la implantación de hábitos saludables a la hora de preparar nuestras recetas. Entre ellos estará el reducir o eliminar los ingredientes más calóricos sustituyéndolos por productos desnatados.

En cuanto a las carnes, se muy importante moderar el consumo de vísceras y embutidos. No olvides que son mucho más cardiosaludables las carnes blancas como el pollo, el pavo o el conejo que las rojas, correspondientes a la ternera o el cerdo.

Si vamos a preparar pescado, mejor los azules como el salmón, el atún, la trucha o el pez espada ya que contienen un alto aporte de ácidos grasos instaurados.

Un último consejo es reducir en una cuarta parte las cantidades de cada ingrediente. Así conseguiremos un plato igual de sabroso pero mucho más saludable.