Cómo aromatizar con el ajo

El ajo procede del sur y centro de Asia, se propagó al área mediterránea y de allí al resto del mundo. A finales del siglo XV los españoles lo introdujeron en el continente americano. Hace 3.000 años ya se consumía en la India y en Egipto.

El ajo de mayor calidad es el morado de las Pedroñeras y el ajo blanco de Chinchón, con muy buenos aromas.

Para aromatizar con ajo sin tener que notarlo al masticar, si son muy tiernos se pueden sumergir durante unos minutos en agua para que se ablanden, pero no hay que mantenerlos mucho tiempo para que no absorban el agua. Cuando esté un poco blando ya se puede pelar. Incluso si está un  poco tibia el agua se podrá pelara antes para ir un poco más rápido.

Otra manera para no morderlo y que esté aromatizado, sería untar la ensaladera con el ajo y ya tenemos el aroma en la ensalada. También se puede confitar en aceite, pochamos los ajos lentamente con su piel, porque con eso podemos hacer un puré de ajos confitados. El aceite ha cogido un sabor a ajo que puede utilizarse para cocinar el resto de los días.

Para quitar el olor que permanece en las manos, se aplica un poco de limón y azúcar. También sin frotarse, introduciendo simplemente las manos en agua, se quita el olor fácilmente.